(Por Alejo Perello) El Riesgo País es un indicador medido en Puntos Básicos (bps) que
elabora el JP Morgan desde los ’90. El mismo es utilizado como referencia a
nivel mundial para determinar el riesgo en la capacidad de pago de las
diferentes economías alrededor del mundo.
Este índice técnico, a través del Indicador de Bonos
de Mercados Emergentes (o EMBI por sus siglas en inglés) refleja la
diferencia entre los rendimientos de los títulos a 10 años emitidos por el
Tesoro de los Estados Unidos considerados libres de
riesgo con la tasa que
deberá pagar un bono soberano, en este caso, emitido por Argentina cómo parte
del grupo de países emergentes.
Éstos son países subdesarrollados o bien aquellos que
se encuentran en vías de desarrollo,
Además de Argentina, que de hecho será evaluada a
mitad de año para volver a los mercados fronterizos, la acompañan Brasil,
Rusia, India, China y Sudáfrica conocidos como el BRICS.
En términos reales, la evolución de la economía
argentina viene decayendo hace ya varios años por circunstancias políticas
internas y externas, sociales y globales meramente económicas, pero en este
momento el principal disparador es la Pandemia COVID-19.
Hoy, el spread o riesgo de que no se pague la
deuda emitida por Nación está situado por arriba de los 4.000 bps, medido en
términos porcentuales equivale a un 40%. Esto significa que para que el
rendimiento de la emisión de un bono nacional equivalga al rendimiento de un
título a 10 años emitido en dólares por el Sistema de la Reserva Federal de EE.
UU. (FED) deberá hacerlo por un 40% por encima de la tasa de interés impuesta
por la FED, ubicada hoy en tendencia al 0% como medida tomada a raíz de la
Pandemia.
Aunque parezca una desconocida y simple referencia que
apenas impacta sobre la macro y no en la microeconomía, este indicador golpea
en el bolsillo de cada uno de nosotros.
Al realizar la compra con una tarjeta de crédito
existe una tasa de interés a pagar impuesta por la entidad financiera a la que
pertenece dicha tarjeta, esta entidad plasma en los pagos su tasa en base a los
intereses determinados por el BCRA respecto a la tasa de referencia de turno, hoy
denominada LELIQ. Esta tasa de referencia está basada en proyecciones de
crecimiento económico e inflación, pero también debe ser competitiva en el
mercado para que inversores se vean atraídos por bonos y títulos nacionales y
no se vuelquen al dólar disparando su precio o bien inviertan en bonos de EE.
UU con riesgo casi nulo o con tasas más atractivas.
Es aquí cuándo las políticas económicas deberán
determinar si se opta por la financiación tanto externa como doméstica para
volcarla en obras o financiamiento interno o se opta por el crecimiento interno
con la baja en tasas de interés corriendo el riesgo del aumento del precio de
divisas o fuga de estas hacia bonos americanos.
La urgencia y el foco hoy están puestos sobre la grave
problemática mundial que nos acontece. Es una difícil tarea a la que se
enfrentan las autoridades económicas las cuáles decidieron abandonar las
principales metas fiscales orientadas al déficit 0% para solventar las
necesidades que esta crisis sanitaria genere y también mitigar el impacto
económico que esto provoque sobre la sociedad, sobre todo en los sectores de más
bajos recursos.
De la forma en que algo tan simple y lejano como un
indicador impacta fuertemente en tu bolsillo, algo tan simple como quedarte en
tu casa puede impactar fuertemente en algo tan grande como la expansión de una
Pandemia. Por el tuyo y por el bien de todos.
Quedate en casa!