En el
nuevo puente de la Cañada del Tío Antonio ya colocaron los durmientes y los
rieles. Era lo que faltaba para finalizar la obra.
A la obra
del puente de la Cañada del Tío, en las vías del ferrocarril, la estuvieron
probando con una máquina para ver cómo responde. Se pudo ver en los últimos
días a personal de
Trenes Argentinos observando el paso de la máquina de la
formación china de 120 toneladas.
La obra
comenzó en el mes de junio de 2016 y debía concluirse en noviembre del año
pasado, pero tuvo una demora en el plazo de finalización producto del clima.
El nuevo
puente tiene dos vigas montadas sobre 15 pilotes, 5 por estribo y 5 en la pila
central. Es un puente de dos luces, más grande que el anterior, de 24 metros en
2 tramos de 12. Esos tramos corresponden a las vigas que pesan 62 toneladas
cada una.
El puente
queda preparado para tener una vía paralela, pero han sido colocadas dos vigas.
El cabezal es más largo porque alguien previó que en el futuro van a colocar
una vía alternativa.
El tren de
pasajeros que descarriló en la madrugada del lunes de 10 agosto de 2015, que
tenía como destino la terminal de Once, lo hizo como consecuencia de que
cedieron los pilares que sostenían el puente de las vías del ferrocarril de la
Cañada del Tío Antonio, por lo que un vagón en el que no iban pasajeros quedó
en desnivel montado sobre los rieles.
La corriente
debilitó el apoyo que tenía la estructura y eso desestabilizó el puente que
cedió ante el peso de la formación. La empresa que ganó la licitación terminó
la obra del puente, lo que implica que ahora se debe resolver una situación más
compleja que es la vuelta de los trenes.