El presidente del Comité de Cuenca Laguna “La Picasa” y Canal Alternativa Norte, Juan Carlos Duhalde, declaró en las últimas horas a la Agencia de Comunicación “Transmedia Venado Tuerto”, que si no se realizan obras, “el agua va a romper la Ruta Nacional 7”, entre las localidades de Aaron Castellanos y Diego de Alvear, al sur del departamento General López, en Santa Fe.
Duhalde,
explicó que la cota está a un nivel de 104.25, es decir, a 25 centímetros del
nivel de la ruta. “La situación es de extrema gravedad. El agua está a punto de
romper la ruta literalmente. Y no es que la va a inundar o pasar por arriba. La
va a destruir como en 1999. Y en aquella época estuvimos 7 años sin la ruta”,
afirmó.
En ese
momento, se invirtieron más de $100 millones en repararla. “O sea que hoy en
día costaría una fortuna recuperarla. Por eso esperamos que Asuntos Hídricos de
la Nación y el Ministerio de Obras en Santa Fe, empiecen con el bombeo o con
las nuevas salidas por gravedad que están estudiadas y son factibles. Así como
crece, de esta manera se podría bajar en 60 días alrededor de 60 centímetros el
‘pelo de agua’ con lo cual dejaría de correr riesgo la ruta”, explicó Duhalde.
Para el
dirigente, sería una desproporción dejar que pase esto, comparado con una obra
hídrica de poca envergadura: “Con 6500 metros de canal que en algunas partes
tiene profundidad de 2.5 metros, se podría bajar casi 2 metros el ‘pelo de
agua’ de la laguna después de un tiempo prudencial. Porque ese canal
transportaría 5 metros cúbicos por segundo que no afectaría a nadie. Esa es la
medida que Buenos Aires aceptaría si se hace bombeando. No habría inconveniente
desde el punto de vista técnico”.
Pero además,
advirtió que de cortarse otra vez la Ruta 7, quienes más van a sufrir el
impacto serán los vecinos de Aaron Castellanos, Rufino, Diego de Alvear, San
Gregorio, Alberdi e Iriarte. “Lo más grave es que la cantidad de tránsito que
tiene la Ruta 7 no lo aguantaría la Ruta 8 si hay que desviarlo. El flujo de
vehículos de ambas rutas sobre una sola, la harían colapsar. Sería un daño de
gran magnitud. Es impensable. Aparte como justificaría el Gobierno Nacional que
está haciendo autopista la Ruta 7, que viene trabajando hasta Junín, que a
futuro no se va a poder usar. Es inviable pensar que se corte existiendo la
posibilidad de repararla”, describió.
Provincias unidas
Duhalde,
sostuvo que se está trabajando en un Comité Interjurisdiccional, entre Santa
Fe, Buenos Aires y Córdoba, junto con la secretaría de Recursos Hídricos de la
Nación. La finalidad es la de planificar en forma conjunta las obras a realizar
para evitar en este caso el corte de ruta o bien para drenar los excesos
hídricos de las provincias sin que se afecten entre ellas.
“Hasta ahora se trabajaba de forma
descoordinada, cada provincia por su lado. En este momento quien más paga las
consecuencias es Santa Fe, que está recibiendo aguas de Córdoba y Buenos
Aires”, contó.
Es para
señalar que nuestra provincia tiene un límite en el paso de agua de 5 metros
cúbicos por segundo por cada una de sus estaciones de bombeo -cuenta con 2 en
el sur- hacia Buenos Aires. “Pero hoy a la laguna le entran más de 30 metros
cúbicos por segundo. Es como un camión cisterna de 30 mil litros por segundo”,
aseveró Duhalde, en clara referencia a la imposibilidad del sur santafesino en
drenar semejante cantidad de líquidos.
“Sería algo que no nos podríamos perdonar lo
que estamos trabajando en esto, si se corta la ruta. En el 2000 fue un evento
climático de golpe. Las obras no estaban hechas. Hoy hay 2 estaciones de bombeo
preparadas. Otra tecnología de trabajo. Y más velocidad”, amplió.
Finalmente,
ratificó: “Si nos ponemos a trabajar en serio, en 30 días tendríamos que estar
hablando de otra cosa. No estaríamos pensando en que la ruta se corta. Podemos
agregar piedras, recomponer en materia de mantenimiento o evitar que las olas
peguen en la ruta por ejemplo. Si se hiciera esto, de trabajar y ‘ponerse las
pilas’ Nación y Provincia, no tendríamos que volver a hablar del tema”.
(Fuente: Transmedia.com)