También
permite aplicar multas a los adultos violentos. La norma busca erradicar la
violencia física y verbal de los familiares de alumnos en las escuelas
El ciclo
lectivo en la provincia de Buenos Aires arrancará este 6 de marzo con una nueva
herramienta jurídica para desalentar la violencia en las escuelas. Desde ayer,
los
padres, familiares o personas cercanas a los estudiantes que ataquen de
forma verbal o física a los maestros y personal no docentes, serán castigados
con arresto o multas que van desde los 6 mil a 15 mil pesos, dependiendo de la
gravedad de los hechos.
La medida se
publicó en el Boletín Oficial bonaerense y lleva la firma de titular de la
cartera educativa del gobierno provincial, Alejandro Finocchiaro, luego de que
en 2016 fuera ratificada a través de la Ley 14.898 en la última sesión de la
Cámara de Diputados.
La norma
incorpora el artículo 74 bis al Código de Faltas, en el cual se indica
"será sancionada con arresto de cinco a treinta días o multa de entre el
50% y el 100% por ciento del haber mensual del Oficial Subayudante del
Agrupamiento Comando de la Policía de la Provincia de Buenos Aires –o el que en
el futuro reemplace-" la persona que, "invocando un vínculo con un
alumno, dentro del establecimiento educativo de gestión pública o privada al
que éste concurre, o en las inmediaciones del mismo, hostigue, maltrate
menosprecie o perturbe emocional e intelectualmente a un trabajador de la
educación, sea docente o no".
Las nuevas
sanciones, cuyas penas se agravarán el doble cuando los ataques sean en
presencia de alumnos, aplicarán también a aquel que "insulte o provoque
escándalo, ejerza actos de violencia física, le arroje elementos de cualquier
naturaleza, ingrese sin autorización a un establecimiento educativo y no se
retire a requerimiento del personal, o perturbe de cualquier manera el ejercicio
de la función educativa".
La norma
viene a cubrir un vacío institucional para abordar situaciones conflictivas
entre los educadores y los familiares de los alumnos, que escalaron en los
últimos años al punto de llegar a episodios de violencia extrema.
"Hoy
agredir a un docente o auxiliar no tiene costo, insultar, golpear, escupir es
gratis; con esta modificación (al Código de Faltas) queremos que aquellos que
sienten la tentación de agredir tengan un freno inhibitorio, que sepa que le
puede costar días de arresto o una multa de 6.000 pesos" había declarado
Finocchiaro en julio pasado, cuando presentó la propuesta.
"Hay
una estadística que dice que en el 2015 se registraron 236 agresiones al
personal docente, y 7 de ellas fueron con armas. A eso hay que sumar lo que no
es denunciado", indicó el senador de Cambiemos, Juan Pablo Allan tras
aprobarse la iniciativa en diciembre pasado.
La ley tuvo
un amplio apoyo legislativo y gremial, pero tuvo algunos reparos sobre si era
admisible la continuidad de la convivencia entre el maestro y el alumno hijo o
familiar del agresor.
"No es
la solución a todos los males, tenemos que hacer un fuerte trabajo cultural
para rejerarquizar la labor docente y su rol en la sociedad; es un cambio
cultural que llevará tiempo y lo haremos formándolo", planteó Finocchiaro.