Sin
tomarse vacaciones, talleres itinerantes de danza y canto recorren las Escuelas
Abiertas en Verano que abren sus puertas en 1.873 sedes a lo largo de todo el
territorio bonaerense. El objetivo principal es saber más de las culturas
originarias y reconocer la identidad de los descendientes que asisten a las
escuelas de la Provincia.
La actividad
pretende reivindicar, a través de las expresiones
artísticas, la historia de
los 90 mil alumnos que pertenecen a pueblos originarios argentinos como el
Mapuche, Qom, Quechua y Guaraní o que son descendientes de pueblos migrantes,
principalmente bolivianos, paraguayos y peruanos.
Si bien el
número es elevado, las autoridades educativas creen que podrían ser más, ya que
aún muchos chicos son reticentes a reconocer sus orígenes debido a que durante
años han sido discriminados y marginados. Es por eso que la escuela trabaja
para el reconocimiento de la identidad con todos los alumnos.
Como una
forma de responder a esa realidad, se desarrolla el Programa de Educación
Intercultural en las Escuelas Abiertas en Verano, a través de la Unidad de
Coordinación de Programas de la Dirección General de Cultura y Educación.
La propuesta
consiste en el desarrollo de dos talleres destinados a socializar y conocer
algunas de las culturas originarias que se encuentran en la Provincia. Además,
los docentes a cargo son descendientes indígenas.
La
actividad, denominada "Danzando y cantando con la madre tierra", se
encuentra a cargo de Carolina Farías, referente del Programa de Educación
Intercultural en La Plata y trabaja sobre la diversidad cultural y tradición
Quechua-Aymara.
En tanto el
taller Quechua We Liwn Nuevo Amanecer está coordinado por la profesora de Artes
Visuales Susana Berardi, miembro del equipo de Educación Intercultural PU
KIMELTUCHEFE, que se lleva a cabo especialmente en las zonas donde están
asentadas poblaciones mapuches como General Viamonte, Junín, 25 de Mayo y
Rojas.
Según
Carolina Farías la cultura se conoce en el baile: "Muchas cosas de nuestra
tradición, nuestros padres y nuestros abuelos nos lo han transmitido a través
de la danza".
"Nosotros
vamos tomando conciencia de nuestro ser histórico. Muchos piensan que tanto
Argentina como la provincia de Buenos Aires, constituyen un crisol de razas,
tierra de gringos y blancos, pero en realidad según el último censo el 60% de
nuestra carga genética es totalmente indígena originaria", aseguró la
docente.
En este sentido
Farías consideró que "el multiculturalismo se vive en todas las aulas, en
todas las escuelas de la Provincia. Por eso creemos que es importante trabajar
la diversidad cultural y la identidad para poder colaborar en la autoestima de
reconocerse como indígena, paraguayo o boliviano; reconocerse como un ser
latinoamericano".
Diario Junin.