En la provincia de Buenos Aires muere una persona cada 7 horas en un
accidente de tránsito, más de la mitad de los cuales ocurre dentro de las
ciudades, y afecta a jóvenes de entre 15 y 34 años.
Según los datos relevados por el Observatorio de Estadísticas de
Seguridad Vial de la Subsecretaría de Gestión Gubernamental bonaerense, en 2017
murieron 1.302 personas en 1.161 accidentes. Se trata de 3,5 muertes cada día,
lo que significa un incremento del 5% con respecto a los datos de 2016, cuando
ocurrieron 1.239 fallecimientos en 1.103 hechos. Además, estos hechos
provocaron 45 mil heridos.
En la provincia ocurrieron el 24% de las muertes registradas en todo
el país en 2017: 5.420 según el Ministerio de Transporte de la Nación. Se trata
de 14 fallecimientos por día, casi cinco cada siete horas.
Desde el Observatorio aclararon que se trata de datos preliminares
(en las próximas semanas estarán los definitivos), que se construyen a partir
de tres fuentes concretas: del Ministerio de Seguridad, que recolecta la
información de fallecidos o lesionados en el lugar del hecho; del Ministerio de
Salud, que tiene los datos sobre las personas que murieron en los 30 días
posteriores al accidente; y de la Justicia, que amplía la información a través
de peritajes. Este sistema, que imita estándares internacionales, no se
utilizaba hasta ahora, y permite achicar el margen de los agujeros estadísticos
que suelen existir en estos casos.
De acuerdo a esta información, en 2017 en la provincia hubo una tasa
de mortalidad de 7,65 cada 100 mil habitantes (en 2016 había sido de 7,36). En
tanto, la tasa de fatalidad (muertes cada 10 mil vehículos) se ubicó en 1,63,
apenas por debajo del número de 2016, que se ubicó en 1,66. Por otro lado, se
destaca que el 42,8% de los muertos tienen entre 15 y 34 años.
Accidentes urbanos
El informe destaca que el 43,5% de los muertos en accidentes era
motociclista, mientras que el 40,8% conducía un auto, y el 4,3%, una bicicleta.
Además, en los meses de verano es cuando se registra una mayor recurrencia de
accidentes fatales (casi 400 entre enero, febrero y diciembre).
Por otra parte, y contrariamente a lo que indica el sentido común,
más de la mitad de las muertes en siniestros viales ocurre en la calle, dentro
de las ciudades, y no en las rutas.
Los datos del observatorio ubican el 54,5% de los fallecimientos por
accidentes ocurren en la vía pública, mientras que el 21,9% se producen en
rutas nacionales, el 17,9% en caminos provinciales y el 5,5% en la autopista.
En la distribución por ciudades, La Plata ostenta el triste récord
de ser el distrito con más víctimas fatales por accidentes: 72 en 2017. Le
siguen, La Matanza, con 66; Quilmes y Pilar, con 36; y General Pueyrredón, con
33.
En el interior provincial, en tanto, Pergamino mantiene una altísima
tasa en relación con su población, con 30 muertos en 2017. Le siguen Cañuelas,
con 26; Olavarría, Junín y San Nicolás, con 22; Bahía Blanca, con 21; Luján,
con 19; Azul y Chivilcoy, con 16; Pehuajó, con 15; Chacabuco, con 11; y Trenque
Lauquen, con 8.
Por el contrario, en 9 distritos no se registraron víctimas fatales:
General Guido, Laprida, Lobería, Lezama, Rojas, Salliqueló, Gonzáles Cháves,
Carlos Tejedor y Daireaux.
Las razones
¿Cuáles son las razones que explican esta verdadera epidemia? Los
especialistas las ubican principalmente en el estado de las rutas, el
incremento y la antigüedad del parque automotor y, por sobre todas las cosas,
el error o la imprudencia humana.
Respecto del crecimiento del parque vehicular, en la provincia de
Buenos Aires hay, según las estadísticas oficiales, 7,9 millones de vehículos
(entre autos, camionetas, camiones, motos y bicicletas). Es decir, uno cada dos
personas. Solo en 2017, el número creció en medio millón.
Según un informe publicado recientemente por la Agencia de Seguridad
Vial de la Nación, el mayor incremento en el parque automotor se da en las
motos, lo que incrementa los riesgos de accidentes por la vulnerabilidad de los
conductores.
El trabajo también advierte que el parque automotor de la provincia
tiene una antigüedad promedio de 14 años, lo que añade un riesgo extra por el
desgaste de los materiales y porque “no cuentan con las medidas de seguridad
vehicular que en la actualidad se consideran un requisito obligatorio para los
modelos 0 Km”.
Entre los factores humanos, se destacan la conducción bajo los
efectos del alcohol (las últimas estadísticas marcan que el 12,1% de los
conductores admitió haber conducido después de ingerir alcohol; cifra que se
ubica en el 8,1% respecto de motociclistas menores de 34 años); la falta de uso
del cinturón de seguridad (en la provincia solo un tercio de los conductores
los utiliza) y el uso de casco (el 40% de los motociclistas no usa).
(Por José Giménez, de agencia DIB).-