Entre los episodios analizados se encuentra el de un niño que concurre a un establecimiento escolar en Lincoln y que denunció ser golpeado de manera frecuente por sus compañeros.
En
Lincoln, un niño de apenas 9 años era golpeado frecuentemente por un compañero
de escuela. Tenía miedo y le contó a su madre, quien preocupada, se acercó al
Servicio Local de Promoción y Protección de Derechos del Niño en esa ciudad. El
equipo técnico comenzó a abordar esta situación.
Natalia
Yapur, coordinadora de ese Servicio, aseguró que conocían “a la familia del
niño que agredió que, por supuesto, también es una víctima”. “Los padres ya tenían
antecedentes de violencia y por eso pusimos a disposición el equipo de
psicólogos del Servicio y los acercamos a un programa del Municipio contra la
violencia. Además iniciamos un seguimiento del conflicto”, agregó.
En
Mar del Plata, otro chico de 13 años era constantemente amenazado. “Te voy a
matar a la salida”, le decían. El niño ya no quería ir a la escuela ubicada en
pleno centro de la ciudad balnearia. En este caso, la mamá hizo la denuncia en
una comisaría. “Allí empezó a intervenir el Servicio Local en coordinación con
el Servicio Zonal y el equipo técnico de la Escuela para solucionar el
conflicto”, aseveró Alejandra Germinario, coordinadora del Zonal.
Otros
dos casos se relevaron también este año en el Registro Estadístico Unificado de
Niñez y Adolescencia (Reuna), un sistema online donde se ingresan las
intervenciones del Sistema de Promoción y Protección de Derechos del Niño.
Ambos, involucraron a adolescentes de 16 años. Las historias, muy similares.
Sobre
el tema del acoso u hostigamiento escolar, el secretario de Niñez y
Adolescencia, Pablo Navarro, sostuvo que “si bien son muy pocos los casos
registrados comparados con otras causas tales como el maltrato intrafamiliar,
también es cierto que en estas situaciones de acoso o de violencia escolar
muchas veces los niños o sus padres no piden ayuda profesional”.
“Por
eso instamos a que los propios chicos, los referentes adultos, los maestros, en
fin toda la comunidad escolar, a alertar sobre estas situaciones a las
autoridades escolares o directamente al número telefónico 102. También pueden
acercarse a los Servicios Locales de Promoción y Protección de Derechos que
funcionan en más de 120 municipios. Seguramente si se abordan a tiempo pueden
evitar consecuencias mayores”, agregó.
Las
situaciones de violencia en las escuelas motivaron que el año pasado esta
Secretaría de Niñez y Adolescencia provincial elaborara junto a Dirección
General de Cultura y Educación y otras dependencias provinciales una “Guía de
Orientación para la intervención en situaciones conflictivas y de vulneración
de derechos en el escenario escolar”.
Entre
otras situaciones, el protocolo para los docentes, indica qué hacer ante casos
de acoso escolar u hostigamiento.
Hostigamiento
Entre
los puntos más salientes, la guía menciona que “el hostigamiento supone el
padecimiento, por parte de uno o más miembros estigmatizados de la comunidad
escolar, de formas de agresión generalmente no físicas sostenidas en el tiempo.
Esto puede darse dentro del ámbito escolar o fuera, por ejemplo, a través de la
utilización de las tecnologías de la información y comunicación (como las redes
sociales)”.
Además,
recomienda no hablar de “víctimas y victimarios”, además insiste en la
necesidad de “promover espacios de reflexión con docentes, alumnos y familias,
sobre las prácticas sociales que modelan y la necesidad de políticas de
cuidado”.
También se insta al abordaje desde los equipos
de Orientación Escolar, a entrevistar a los padres o referentes adultos de
todos los involucrados en el conflicto y en base a cada caso acordar una
estrategia de intervención que puede incluir el pedido de asistencia al Sistema
de Promoción y Protección de Derechos de la Provincia.