Tras una
semana marcada por las turbulencias, el presidente del Comité bragadense de la
Unión Cívica Radical (UCR), Rafael Acuña, consiguió el viernes por la noche una
fuerte
muestra de respaldo de parte de un grupo de afiliados, en una asamblea
convocada con el objetivo de desactivar la crisis interna desatada el viernes pasado,
que había dejado cuestionada su autoridad.
Desde el
entorno del titular del partido “boina blanca” calcularon en “alrededor de 50”
los concurrentes a la reunión, y definieron a la cifra como “muy importante”,
considerando “el contexto actual del radicalismo y la política en general”.
Asimismo, interpretaron la postura de los afiliados como una señal de apoyo a
su conducción y una derrota para los dirigentes con quienes se había visto
enfrentado públicamente, particularmente el secretario general del Comité,
Amadeo Mónaco, y la concejal Eugenia Gil, dos de los sectores ausentes en el
encuentro del viernes.
El
cortocircuito al interior del partido se había producido luego de que el propio
Acuña denunciara a través de los medios locales un intento de “golpe
institucional” en su contra, a raíz de la firma de un acta en su ausencia, en
la que la UCR aceptaba el ofrecimiento del intendente municipal, Vicente
Gatica, para quedarse con la presidencia del bloque de Juntos por el Cambio en
el Concejo Deliberante -en la figura de Eugenia Gil- y de esa manera evitar la
constitución de un interbloque, que pusiera en riesgo la relación política
entre la bancada oficialista y el jefe comunal.
En su
declaración, Acuña señaló directamente a su vice, Gabriel Suárez, y al
secretario general, Amadeo Mónaco, como los responsables de la presunta
maniobra, que desde la contraparte fue desmentida y, en cambio, acusaron al
presidente de montar “un show mediático” con su denuncia.
En la cumbre
de anoche, no faltaron críticas a la conducción de Gatica, una tendencia cada
día más creciente entre los diferentes espacios que componen la coalición de
gobierno. A partir de allí, los afiliados radicales coincidieron con el
mandamás del Comité en la necesidad de “recuperar la identidad partidaria” y
reclamar “más protagonismo y participación en Juntos por el Cambio”.
Otro de los
aspectos que envalentonaron a Acuña fue la presencia en la asamblea de “varios
nombres de peso” en la historia reciente del Comité, como los ex concejales Gustavo
Benalal, Alfredo Godoy y Jorge Carrano, así como también la actual edil Viviana
Morossini y demás rostros conocidos del partido, como Graciela Arceri, Daniel
Elías, Ramón Maffasanti, Humberto Cortese, Aldo Lingeri, Dino Cavallo, entre
otros.
Por otra
parte, hubo coincidencia en la necesidad de reclamar que “la Mesa Ejecutiva de
Juntos por el Cambio funcione”, lo que, en la práctica, implica que las
decisiones del rumbo de la política municipal no se restrinjan al círculo del
intendente.
La
posibilidad de formar un interbloque dentro de Juntos por el Cambio en el
recinto deliberativo -una de las pretensiones de Acuña- quedará descartada, aún
más tras el episodio de la última sesión del Concejo, el lunes pasado, cuando,
por orden de Gatica, el nuevo titular de la bancada, Fernando Franzoni, le negó
dicha posibilidad a los dos ediles de Acción para el Desarrollo y desató un
fuerte entredicho entre su principal representante, Fernando Neri, y el
presidente del cuerpo, Aldo Expósito.
A pesar del
saldo positivo del encuentro, el propio conductor del Comité admite que la
salida del conflicto todavía parece quedar lejos, habida cuenta de las
ausencias de los sectores con representación efectiva en el partido, que
significaron un abierto rechazo a la legitimidad de la convocatoria. Detrás del
“faltazo”, asoma el anticipo de un próximo episodio de una disputa, que amenaza
con prolongarse hacia el inicio del próximo año, el último del mandato de
Acuña.