En busca de la estabilización


(Alejo Perello – PwC Argentina) El BCRA busca fortalecer su presencia ante la serie de desequilibrios económicos que se vienen dando en el mercado, tanto de forma local como en el contexto internacional. Remarcando su postura heterodoxa frente a las distintas turbulencias, decidió éste jueves responderles a los bancos mediante una suba de encajes.

Éste lunes, las autoridades económicas de la Nación comunicaron que las suscripciones de letras emitidas por el BCRA, se limitarían. Entidades no bancarias podrán suscribir nuevas Lebac, licitándose un monto menor al que venza de aquí a fin de año, mientras que las entidades bancarias solo podrán suscribir ante las nuevas licitaciones de Leliq o Nobac.
Las entidades no bancarias que no quieran renovar Lebac y busquen volcarse al dólar podrán hacerlo sin generar grandes problemas ya que inyectando los dólares que el propio mercado demande se evitaría una abrupta suba del tipo de cambio. El equivalente al stock de Lebac en cabeza de éste tipo de inversores a vencer de aquí a fin de año es de aproximadamente USD 7.000 millones, fácilmente de solventar dado que las reservas líquidas con las que cuenta el Central son de USD 30.000 millones. El margen es amplio, pero no eterno.
Por otro lado, las entidades bancarias no podrán deshacerse de las Lebac hasta el vencimiento por el cual fueron acordadas, por lo tanto, ese monto queda estancado. A raíz del plan de desarme del stock de Lebac, no podrán renovar éste tipo de Letras ni venderlas en el mercado secundario. Las opciones más atractivas que el BCRA ofrece solo a bancos se reducen a dos y en moneda local, apostar por Leliq o por Nobac. Ésta Letras cuentan con plazos más cortos y con mayor incertidumbre frente a futuras tasas.
Ante la negativa de las entidades bancarias a suscribir Nobac, el BCRA respondió con una suba de encajes en 3 puntos porcentuales, esto es, ordenar a los bancos a mantener inmovilizados la garantía con la que cuentan sus clientes frente a los retiros de efectivo. El mínimo que ordenan las autoridades a mantener, se lo denomina ‘encaje bancario’. Éste mínimo, que pasa de 28% a 31%, significa para el sistema la absorción de unos $60.000 millones, es decir que, ante la resistencia efectuada por los bancos, el BCRA se hizo fuerte utilizando las herramientas a su alcance en pos de continuar aplicando sus políticas anti inflacionarias y quitarle demanda al dólar.
El día miércoles, luego del mega vencimiento de Lebac, las autoridades monetarias debieron salir, nuevamente, a enfrentar la liberación al mercado de $128.000 millones, situación que preveía un nuevo aumento de la demanda del dólar, ergo, una nueva suba.
Gran parte de los pesos liberados por el BCRA fueron al dólar, de ésta manera, la entidad debió atacar al mercado cambiario con una triple subasta que alcanzó los USD 780 millones en una sola jornada. Por otro lado, el Tesoro jugó un papel fundamental en la absorción de unos $23.000 millones en forma de Letes a 105 y 224 días. Desde Hacienda confirmaron que los fondos obtenidos tras la nueva licitación de Letes, serán depositados de manera transitoria en las cuentas del Central.
Luego de que las reservas internacionales hayan caído hasta los USD 54.600 millones, el riesgo país, indicador fundamental para el sistema financiero elaborado por JP Morgan, haya alcanzado valores máximos similares a febrero 2015 y la situación de emergentes bordeara un efecto contagio provocado por el ‘lunes negro’ sufrido por la lira turca, el BCRA como muestra de fortaleza hacia el mercado frente a la capacidad de pago, comunicó un nuevo acuerdo de swap de monedas (FXSW) con China por el equivalente a USD 4.000 millones. El acuerdo se viene formulando desde la gestión de Sturzenegger, solo resta formalizarlo mediante firma.
Al nuevo acuerdo se le deben sumar los USD 3.000 millones que llegarán en septiembre próximo por parte del FMI.
En un sistema en el que el crédito se encarece y el dólar se fortalece, las políticas aplicadas por las autoridades buscarán abastecer y estabilizar el mercado cambiario, disminuir el riesgo país para posibilitar la apertura de nuevo financiamiento, aumentar los niveles de actividad a la par del freno al aumento de costos y continuar con el plan de desarme de los pasivos remunerados como lo son las Lebac.