Hace tres
meses, el Río Salado tenía un caudal que inundaba a los campos linderos,
desbordaba a ambos lados de los puentes y todavía generaba algunas
complicaciones en determinados lugares por la gran masa de agua que llevaba.
También mantenía suspendida la continuidad de la obra de reparación del puente
en las vías del ferrocarril, entre Alberti y Mechita. Hoy, por el contrario,
casi no tiene agua. La poca cantidad que lleva corre mansa en el cauce. Quedan
algunos
encharcamientos, pero lo que antes estaba inundado, ahora es tierra
seca. Y de no mediar precipitaciones, es muy probable que lo que veamos en
pocos días sea un hilo de agua.
En el mes de
diciembre informábamos que no había cortes en el camino que une Alberti
con
Mechita. Se había producido una disminución del caudal del Río, lo que
significaba que no hubiese más agua que atravesara de un lado a otro del
camino, por lo que existía transitabilidad hacia la localidad de Mechita.
Desde
mediados de febrero de 2017 que el camino estaba cortado. En el puente conocido
como "de Larrea", el agua desbordó a ambos lados e inundó el sector
elegido por la empresa para ubicar el obrador que se utiliza para la reparación
de la estructura ferroviaria. También rompió el terraplén de avance que se
había construido para conectar el camino con las vías y posibilitar el trabajo
de las máquinas, lo que motivó la detención de la obra.
Hoy, la
situación es otra. El Río Salado se está secando y su caudal es ínfimo. Se fue
esa gran masa de agua que se mostraba amenazante, pero la empresa que tiene a
su cargo la reparación del puente no retomó los trabajos.
Fuente: Diario El Salado.