Apertura del año Pironiano en la Diocesis de 9 de Julio


“Pironio era un profeta de la esperanza”

Nueve de Julio: El lunes comenzó el año pironiano en la ciudad natal del Cardenal Pironio con una misa matutina en el Carmelo y con un posterior acto solemne en su casa paterna, propiedad que  fue donada por sus familiares a la Iglesia y que hoy funciona como un Centro Vocacional.
Durante la misa matutina  Mons. Ariel Torrado Mosconi convocó a los fieles a ahondar en la persona y en el legado del purpurado durante todo este año, al que definió como “Un profeta de la esperanza”.

En su mensaje el obispo diocesano  recordó que unos de los puntos más sobresalientes de la espiritualidad del cardenal era la Pascua. “No se cansaba de escribir y de predicar sobre la dimensión pascual de la existencia cristiana y sus repercusiones en todos los ámbitos y realidades. Por eso podemos iniciar este año en que haremos memoria de su existencia enfocándola desde la perspectiva de dos “pascuas” a las que se solía referir el Padre Eduardo: la de su bautismo -que recibió aquí en nuestra iglesia de Santo Domingo- y la de su muerte -de la cual hoy se cumplen veinte años-“.
Luego describió ante los presentes  las  virtudes y cualidades personales de Pironio tanto como profeta, sacerdote y pastor. Y  agradeció “a Dios porque tuvimos entre nosotros a este hermano, nacido en esta tierra y que transitó por estas calles y lugares, que un día fue ungido como profeta, verdadero oyente, contemplativo de la Palabra; como Sacerdote porque supo configurarse con toda su existencia a Cristo sacerdote en su sacrificio pascual; y como Pastor por que amó entrañablemente a la Iglesia siendo hombre de comunión, unidad y paz”.

Acto solemne en la casa paterna


Por la tarde, se realizó un acto formal de apertura en la casa paterna del Cardenal Pironio que comenzó con la oración de la tarde (Rezo de Vísperas) y continuó con la emotiva  entronización de un Cristo artesanal en la capilla familiar. La imagen fue realizada y donada por  la hermana María Susana, una de las primeras carmelitas descalzas integrantes del grupo fundador que llegó a la ciudad de Nueve de Julio en 1963. Por entonces era novicia y durante su profesión temporal, al igual que todos los demás, en la casa del cardenal, donde funcionó en sus inicios el Carmelo San José.

Entronizaron la imagen Mons. Torrado Mosconi y el cura párroco de Nueve de Julio, Guillermo Gómez.


Anuncios y proyectos para el Año Pironiano


Durante la ceremonia el obispo convocó a todos los fieles a rezar para la pronta beatificación del Cardenal y recalcó la importancia que tiene para la ciudad y para toda la diócesis de 9 de Julio  la posibilidad de contar con un santo argentino oriundo de sus tierras.
Por otra parte anunció algunas de las actividades que tienen prevista para difundir su figura y su legado durante este año. Entre ellas restaurar la casa paterna del Cardenal y convertirla en una especie de centro cultural  o museo con muestras multimedias. También está previsto realizar charlas y talleres y lanzar un concurso para los jóvenes y para los colegios privados, cuyo premio es un viaje al próximo Encuentro de la Juventud que se realizará en Panamá (2019).
Durante los anuncios, Torrado Mosconi convocó a todos aquellos que puedan tener en sus hogares documentos, cartas, fotos u otras reliquias del cardenal, a compartirlos (a modo de préstamo) con la Iglesia para enriquecer la futura muestra. Asimismo está prevista la confección de una publicación donde queden registrados testimonios de Pironio en Nueve de Julio,  para lo que el prelado también solicitó colaboración.
El acto continuó con anécdotas y testimonios de los presentes de la vida religiosa y doméstica del  Cardenal en Nueve de Julio, su ciudad natal, a la que continuó visitando periódicamente durante toda su vida.