Se esperan los resultados de ADN de los restos de Ronzano, Vega y Aristi, los ocupantes del avión hallado hace 24 días
A 24 días de
haber sido hallado el avión que cayó en el Delta, donde murieron los pilotos
Matías Ronzano y Emanuel Vega y el pasajero e hijo del dueño de la nave Matías
Aristi,
las familias todavía no recibieron sus restos porque aún se cotejan los
ADN para confirmar sus identidades.
"Ahora
lo que se va a hacer es un peritaje de ADN para determinar qué resto humano es
de quién, poder entregarlo y que cada familia los despida de acuerdo con su
creencia religiosa. Eso está en pleno trámite", explicaron ayer fuentes de
la investigación.
La jueza
Sandra Arroyo Salgado, a cargo de la investigación, prefirió no hablar de
tiempos y dijo a LA NACION que la causa se encuentra en curso: "Está el
trabajo de la junta de investigación de accidentes aéreos y, en paralelo, el
peritaje que dispuso el juzgado con los peritos oficiales y los peritos de
parte de las familias. Además falta terminar con el tema de la identificación
de los restos humanos que se rescataron".
La
magistrada informó, también, que el peritaje "es un tema muy técnico y
recién pudo empezar el lunes [pasado]", mientras que la identificación de
los restos "depende de los genetistas".
Fue
contundente sobre la razón por la cual se cayó el avión: "Fue un
accidente". Aunque advirtió que aún no se pueden arriesgar hipótesis sobre
quién tuvo la responsabilidad. "Sería muy imprudente aventurar si hubo
algún tipo de responsabilidad penal o no de las distintas personas que
confluyen en este tema. Esto va a depender mucho de las conclusiones a las que
arriben los peritos en materia aeronáutica, que están haciendo la investigación
de cómo fue desde el momento mismo del despegue hasta que el siniestro tuvo
lugar", dijo Arroyo Salgado.
La
investigación sigue su curso. Se analizan los radares, las comunicaciones que
se realizaron, los restos y toda la evidencia que está vinculada con el vuelo
del avión Mitsubishi MU-2 matrícula LV-MCV y el siniestro.
La familia
de Matías Ronzano cree que esta semana podrían conocerse los resultados de ADN.
Pero no piensa demasiado en cómo será el momento de la despedida final del
piloto, ya que en los próximos días cumplirá un año Margarita Ronzano, la hija
de Matías y Ángela Barbero, y se aboca a ese festejo como el joven hubiera
querido que se hiciera.
Ángela
Barbero está entera, aunque tiene sus momentos de tristeza. "Cuando
hicieron la extracción de las muestras nos dijeron que iban a tardar más o
menos 15 días, así que suponemos que esta semana estarán", dijo ayer LA
NACION Franco Barbero, cuñado de Ronzano.
Según contó
Barbero, la jueza les dijo que no daba nada por descartado y que cuando
estuvieran listos los ADN se abocarían a seguir con el tema de las cámaras y
las investigaciones. Y que los peritajes tardarían entre seis meses y un año.
"Están
Mitsubishi Japón y Mitsubishi Estados Unidos. Ellos tienen dos meses para
contestar y pueden pedir una prórroga, que es algo que plantean en general",
contó Franco. Desde la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil
(Jiaac) les explicaron a los familiares que el trámite iba a ser "largo y
engorroso".
Apenas tomó
el caso, Mariano Lisardo, abogado de la familia Ronzano, les dijo que si se
trataba de un accidente había habido "mucha negligencia" y estaba
decidido a ir contra quienes hubieran sido negligentes.
"Para
establecer eso se están haciendo dos peritajes: uno a cargo del juzgado y el
otro, de la junta de aviación. Dos peritajes por separado donde intervienen
profesionales diferentes. Los trabajos de la junta de aviación determinarán
cuál fue el motivo por el que el avión tuvo el accidente. La investigación de
la causa penal tratará de determinar si hubo responsabilidades penales respecto
del accidente provocado", dijo Lisardo.
Además, el
abogado advirtió que si se prueba que hubo negligencia en el tiempo que se
tardó en iniciar la búsqueda de la aeronave, también podrían caberles
responsabilidades a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y a la
Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA).
La aeronave
fue hallada el sábado 19 de agosto, a 26 días de haberse perdido todo contacto,
seis minutos después de haber despegado del aeropuerto internacional de San
Fernando. Los restos de la nave estaban en una zona pantanosa en la confluencia
de los ríos Paraná Guazú y Barca Grande, en el Delta. Es un lugar complicado
para la búsqueda y para la extracción de los restos del avión, según
advirtieron los investigadores que trabajaron en esa área.
"Un
pantano donde era muy difícil la tarea manual. Hubo un trabajo sobrehumano por
parte de los bomberos y de los buzos tácticos de Prefectura que accedieron a la
aeronave y pudieron sacar los restos", contó Lisardo.
"Había
restos humanos por separado, pero nada que se asemejara a un cuerpo. Se
destrozó el avión y los cuerpos, también", admitieron fuentes de la
investigación, al añadir que la aeronave era sólo un conjunto de pedazos
enterrado cuatro metros debajo del barro.
Matías
Ronzano, piloto nacido en Lincoln, tenía 30 años. En abril pasado había
empezado a trabajar para la familia Aristi, dueña del avión con el que perdió
la vida. Su copiloto era Emanuel Vega, de 25 años y oriundo de Bahía Blanca.
También vivía en Lincoln, donde trabajaba para un contratista forrajero. Aceptó
acompañar a Ronzano a Formosa porque su jefe le había dado vacaciones.
El único
pasajero de la nave era Matías Aristi, de 37 años y padre de tres hijos. Era
uno de los cinco hijos de Ignacio Aristi, dueño de la empresa Aibal SA. El
avión siniestrado pertenecía a la firma de su familia.
50 días de incertidumbre
Cronología
de la tragedia
24 /7
A las 14.35,
seis minutos después de despegar del aeropuerto de San Fernando, se perdió todo
contacto con al avión Mitsubishi LV-MCV
19 /8
En un área
pantanosa de la isla en el Paraná Miní y Barca Grande hallaron los restos de la
nave tras 26 días de búsqueda
4 /9
Empezaron
los peritajes técnicos, que pueden tardar hasta más de un año, para determinar
por qué el avión se precipitó a tierra
Fuente: La Nacion