
Por ese motivo, los dirigentes advirtieron que las farmacias deberán dejar
de atender desde mañana, 29 de junio, a los afiliados de PAMI y no tomarán recetas de los jubilados debido a que
la obra social no renovó el convenio que regula la dispensa de medicamentos
para este sector y además -recordaron en la carta remitida a Cassinotti-
mantiene una deuda de 1800 millones de pesos.
“El convenio para la provisión de
medicamentos a los jubilados entre Pami y farmacias vence mañana y así queda
sin resolver la prestación del servicio”, explicaron en la carta los
farmacéuticos, según informó el presidente de Facaf, Miguel Lombardo.
El directivo dijo que la falta de respuestas “agrava aún más la situación
porque necesitamos una urgente
contestación que incluya, también, un
cronograma preciso del pago de la deuda así como de las prestaciones que aún se
están desarrollando.
Lombardo destacó que “nuestro sector
se verá impedido de brindar la cobertura en medicamentos en la forma normal y
habitual a los beneficiarios del PAMI, cuestión que bajo ninguna circunstancia
será responsabilidad de las farmacias prestadoras, por lo que cualquier daño
que sufrieran los beneficiarios no podrá ser imputable a esta parte”.