Las
autoridades provinciales informaron que la semana próxima se hará otro depósito
a cuenta de lo que se resuelva en las negociaciones. Va de los mil a los 2.500
pesos de acuerdo al nivel salarial del docente
El gobierno
provincial conducido por María Eugenia Vidal no logra cerrar el conflicto con
los docentes. La propuesta está lejos de alcanzar las
expectativas de los
representantes gremiales por lo que el escenario de incertidumbre se ha
extendido más de lo previsto.
En medio de
advertencias de Roberto Baradel sobre un posible nuevo paro y de la denuncia de los dirigentes gremiales por
"incumplimiento de las autoridades provinciales de dos fallos judiciales
que obligan a devolver los días de paro descontados y a depositar la última
oferta salarial realizada a cuento de futuros aumentos", es que la
Provincia decidió que la próxima semana se deposite en los haberes de los
maestros un nuevo adelanto a cuenta de futuros aumentos.
Si bien se
estimó que en estas horas se podría definir una nueva medida de fuerza, los
ministros de Economía, Hernán Lacunza, y de Educación, Alejandro Finocchiaro,
acordaron ayer realizar el segundo pago de adelanto con sumas
"remunerativas", en un depósito que les realizarán los docentes la
próxima semana, según señalaron desde el gobierno provincial.
La
resolución que lleva la firma de Lacunza estima: Mil pesos netos para quienes
hubieran cobrado en abril hasta 15 mil pesos, 1.500 pesos para quienes hubieran
cobrado en abril entre 15 y 20 mil pesos, dos mil pesos para quienes hubieran
cobrado en abril entre 20 y 30 mil pesos, 2.500 pesos para quienes hubieran
cobrado en abril más de 30 mil pesos.
A pesar de
esto, no se informó si habrá una nueva convocatoria a los docentes para la
negociación salarial, luego de que la que se realizó la semana pasada concluyera
con un nuevo rechazo de los sindicatos de los maestros al considerarla
"insuficiente".
Cabe señalar
que la última propuesta realizada por Provincia consistió en un incremento
salarial del 20% en dos cuotas, con cláusula gatillo por inflación, y una suma
extraordinaria por el poder adquisitivo perdido en 2016.