Hace más de una década que la Comisión Fiscalizadora de calidad del Agua viene trabajando para que la empresa prestataria del servicio brinde una mejor calidad en el agua. Consiguieron varias cosas pero aún falta.En su momento contaba con el apoyo político del gobierno municipal (UCR-GEN) luego con la llegada del FPV fueron cuestionados los análisis que realizaban y el ejecutivo municipal confiaba ciegamente en lo que ABSA le decía. Eso era cuando el Gobierno Provincial era del mismo palo, después de diciembre de 2015 la gestión actual se enteró de que el servicio era deficiente y empezaron a trabajar en conjunto. Cabe señalar que el servicio fue malo antes y es malo ahora, no se trata de colores políticos.
En las últimas
horas muchos son los reclamos que se pueden ver e las diferentes redes sociales
sobre a mala calidad del agua que
brinda ABSA, con un color ferroso que a
simple viste se hace intomable. El problema no es nuevo, primero era el arsénico,
después el aluminio y ahora el hierro; estos dos últimos elementos se utilizan
para eliminar el arsénico por medio de un procedimiento que se realiza en la
planta de abatimiento de arsénico, la cual nunca funcionó correctamente.
Amén del color
hay que señalar que no hay presión de agua y que la mayoría de los hogares no
recibe el servicio adecuadamente. Sobre estos temas La Comisión Fiscalizadora
de calidad del Agua junto al Municipio (Andreoli, Foglia y Seraci) presentaron
amparos e incluso realizaron denuncias ante el defensor del Pueblo de la nación,
donde si bien pudieron conseguir algunas cosas siempre fue a medias.
Cabe señalar
que junto a la Comisión de casares trabajaba otra de Pehuajó a la cual el
Gobierno del actual Intendente Zurro se encargó de desarmar, aduciendo que Pehuajó
no tenía problemas con el Arsénico, cosa que no era verdad.
Desde hace años
La Comisión local realiza periódicamente análisis para poder saber en qué
condiciones está el agua que deberíamos consumir los casarenses, enviando las
muestras a la Comisión de Energía Atómica para su análisis. Siempre se hicieron
allí con resultados que no merecían objeción, hasta que el Intendente Torchio empezó
a recibir los resultados de los análisis que realizaba ABSA los que siempre
eran buenos y llego a cuestionar el método que realizaba la Comisión; claro el
gobierno provincial era de mismo palo y no se podía tirar con el jefe.
Después de
diciembre de 2015, con la llegada de Vidal al Gobierno, el mandatario local se
dio cuenta de que el servicio que prestaba ABSA era malo y empezó a realizar
una serie de tramites e incluso denuncias contra la empresa, cosa que no está
mal, el problema es que el servicio de ABSA no empezó a ser malo ahora, lo era
desde antes y lo es ahora sin importar el color político que gobierne.
Por eso está
muy bien que quiénes “no sabían” que el servicio era deficiente ahora empiecen
a tirar para el mismo lado, pero muchachos, la hipocresía en estos casos no es
buena.
Hoy
funcionarios, algunos periodistas se dieron cuenta del problema cuando antes miraban
para otro lado, mientras que a muchos por preguntar e informar se nos cerraron
varias puertas.