Tomás se suma a la campaña de concientización sobre malezas. El ciclo agrícola no se detiene y cada campaña requiere de optimizaciones de manejo para ganar rentabilidad, sin desatender las nuevas problemáticas que se presentan. En la agenda agrícola, la principal preocupación de los productores hoy está dada por el bajo poder germinativo de las semillas de soja y el avasallante yuyo colorado.
“La principal preocupación de nuestros
clientes está dada por el bajo Poder Germinativo (PG) de las semillas de soja,
producto de los problemas climáticos que acompañaron la cosecha”, explicó
Sergio Degenhardt, coordinador de insumos de Tomás Hnos.
Por ello,
desde Tomás “estamos ofreciendo un servicio de Tratamiento Profesional de
Semillas (TPS), para que el productor pueda llevarse las semillas ya curadas e
inoculadas al campo. Esto no sólo agiliza la siembra, sino que le permite
contar con semillas protegidas con bacterias desde 60 días antes de la
implantación”, agregó.
El temido yuyo colorado
La semana
pasada, en la charla organizada por Aapresid 9 de Julio, hubo un dato que quedó
resonando en el auditorio: En tan sólo 6 años, la Argentina ya registra cerca
de 27 malezas tolerantes o resistentes, a una tasa de aparición de 4 malezas
por año.
La mayor
amenaza hoy estaría dada por el avance exponencial del yuyo colorado, que
avanza desde sur de Córdoba y no perdona. En la jornada, el técnico de Aapresid
Martín Marzetti fue muy claro al destacar la necesidad de un cambio de
paradigma, con rotación de principios activos y el laboreo sobre lotes limpios
con aplicación de herbicidas pre-emergentes. “Hay que anticiparse al problema”,
insistió.
Una de las
razones de la actual coyuntura estaría dada por el uso casi exclusivo del glifosato
como agente de control durante muchos años.
“Precisamente,
el mercado de agroquímicos está evidenciando este nuevo paradigma, con una
caída en la participación del glifosato y un crecimiento de la participación de
herbicidas para malezas resistentes o tolerantes”, explicó Degenhardt.
Si bien el
productor está tomando decisiones más lentas este año, “desde Tomás estamos
alertando sobre el avance del yuyo colorado y su presencia efectiva en la zona
de Villegas y América. Nuestro objetivo es sumarnos a esta campaña de
concientización, ofreciendo a nuestros clientes una paleta muy completa de
productos de las empresas líderes del sector, para que tome las mejores
decisiones, según su necesidad”.
Para ello,
la empresa aclaró que tiene a disponibilidad de sus clientes una gran
diversidad de formas de pago y herramientas financieras, a las que se suma la
reciente Sociedad de Garantías Recíprocas.
Maíz: récord de los últimos 16 años
Paralelamente,
la campaña de maíz está a pleno. Las estimaciones de la Bolsa de Cereales de
Buenos Aires anticipan para el nuevo ciclo 2016/2017 una superficie de 4,5
millones de hectáreas, lo que implicaría un crecimiento interanual de 25%,
“ubicándose como la más alta de los últimos 16 años”, remarcó el Panorama
Agrícola Semanal (PAS) de la entidad.
En Tomás
“llevamos vendidas a la fecha el doble de bolsas de maíz que el año pasado, en
correlato con las estimaciones de la Bolsa”, sostuvo Degenhardt.
Distinto
sería el panorama para el girasol, “cuyos materiales más usados o demandados
están con problemas de disponibilidad de semillas. Sí están quedando las
semillas de menor potencial y menos difundidos, pero aquellos que lideraron en
materia grasa están agotados”, explicó el coordinador de insumos de Tomás Hnos.
La lección del trigo
Sin lugar a
dudas, una de las lecciones que dejó la reciente cosecha de trigo fueron los
problemas de calidad. Es que el cereal sembrado allá por el tercer trimestre de
2015, cuando las elecciones no estaban definidas y el kirchnerismo parecía estar
en carrera, fue implantado como si se tratara de un cultivo de cobertura, con
nula o escasa fertilización y pocos cuidados. El resultado fue que en el
presente ciclo, las exportaciones fueran en su mayoría de trigo forrajero.
Este año,
con las esperanzas renovadas, las mayores ventas de fertilizantes augurarían un
destino distinto para la cosecha.
“Debido al
aumento de la superficie destinada a las gramíneas (trigo y maíz) y la
excelente relación insumo-producto, este año estamos notando un aumento considerable
en las ventas de fertilizantes”, destacó Degenhardt.
Este nuevo
panorama impulsó a la empresa Tomás a incorporar un nuevo servicio a su paleta
integral: el de aplicación de fertilizantes por ambientes. “La incorporación de
fertilizantes que está haciendo el productor, con aplicaciones de hasta un 50%
más de urea por ejemplo, nos permite anticipar plantas con mayor vigor, rinde y
calidad”, razonó el coordinador de insumos de Tomás Hnos.