
Se trata de
una idea muy original y aprovechando que allí se dicta un taller de reciclado,
a cargo de Beatriz Traverso con la colaboración de Rubén Álvarez, estos junto a
los alumnos del mismo idearon una peculiar vidriera.
Lógicamente
todo con material reciclado, valijas, tachos en desuso de lavarropas que hacen
de silos entre otros materiales.
La idea fue
contar una “Historia” de amor donde se siembra el girasol, el esfuerzo,
sacrificio de cuidarla, para que dé sus frutos, su nacimiento y por último, la cosecha.
En el fondo
de la vidriera, resguardan esta historia, dos banderas, una la casarense
realizada por Luis Benito Hernández y la otra, la del Centro de jubilados, realizada
por uno de los socios, el más longevo, Juan Agostinelli.
La bandera tiene
un por qué, un significado, ya sea por la elección de sus clores como los
atributos y elementos con que cuenta.
La franja
inferior horizontal rosa es el comienzo de la vida iluminada y amaneciendo cin
un sol. La franja media horizontal es de color celeste indicando la edad media
e un individuo y ubica a la luna significando el romance y el amor.

Los tres
astros tienen un significado con respecto a los distintos parajes de la vida de
una persona.
El sol con
el amanecer a la vida, la luna despertando nuestros sentimientos al romance y
al amor, sin ser un adolescente y la estrella un astro superior en lo más alto
del limbo que denota lo máximo.
Cabe
señalar, que el Centro de Jubilados, cuyo presidente actual es Omar Ottaviani,
fue creado en el año 1980 y desde entonces tiene como función principal en
acoger, apoyar y acompañar a la tercera edad teniendo en cuenta sus necesidades
y expectativas ya que cada abuelo lleva en sí mismo una historia y una vía
transcurrida, evolucionando por diversas etapas.
El Centro
cuenta con atención y prevención primaria de la salud, diversos talleres y
profesionales a cargo de cada área y esta abierta a toda la comunidad, más allá
de que su objetivo es tratar con los abuelos.