
También, el
objetivo fue otorgar un enfoque multisectorial ya que comprendió a los sectores
agrícola, pecuario, forestal y pesquero con lo cual se pretendió abarcar la
amplia gama de biotecnologías disponibles en estos sectores. Santiago del
Solar, directivo de AACREA, Asociación de Consorcios Regionales de
Experimentación Agrícola, participó en calidad de orador. Entre los asistentes
que colmaron todas las salas, hubo representantes de muchos países provenientes
del sector estatal, privado y de la sociedad civil: instituciones de
investigación, académicas y organizaciones de productores, entre otros.
En su
exposición, del Solar manifestó que “la biotecnología es mucho más que OGM
(organismos genéticamente modificados) dado que su finalidad se extiende más
allá de este concepto. En este sentido, el futuro de esta tecnología es de suma
importancia para la Argentina y para la seguridad alimentaria mundial”.
“Nuestro país cumple 20 años desde que se
aprobó el primer evento biotecnológico en 1996; siempre estuvo en la vanguardia
mundial en el uso de biotecnología. Por tal motivo no es una tecnología aislada
sino que la utilizamos junto a otras”, señaló.
“Cabe destacar que en la Argentina la siembra
directa alcanzó un impulso enorme a partir de la aprobación y utilización de la
biotecnología. En este sentido, los productores tenemos conciencia de
utilizarla correctamente teniendo en cuenta todas las virtudes y a su vez los
cuidados necesarios para su uso. En el Movimiento CREA hacemos un llamado
permanente en relación con el correcto uso y cuidado en su implementación, al
igual que con cualquier otra tecnología”, agregó.
Además, del
Solar manifestó: “En la Argentina desde 1996 se produjeron muchos cambios
políticos pero siempre la biotecnología tuvo un tratamiento de acción continua
y a favor de su uso; este hecho se destaca en el mundo porque nuestros sistemas
de aprobación y control de los eventos por parte de CONABIA son considerados un
ejemplo a nivel internacional".
“La Biotecnología también incluye la obtención
de nuevas enzimas de uso industrial, fertilizantes biológicos y productos
farmacéuticos (insulina) y todas las derivaciones para producir nuevos
productos que ayuden a mejorar la calidad de vida y la seguridad alimentaria.
Es necesario contar con un sistema regulatorio de aprobación de eventos
biotecnológicos en los distintos países que no frene la innovación y el desarrollo
y que esté basado en datos científicos; de este modo se otorgará oportunidades
a los productores del mundo que les permitan elegir las mejores tecnologías
disponibles para poder seguir produciendo más y mejor”, concluyó del Solar.