“Siguen sin
escuchar”, así se refirió el senador provincial GEN Omar Foglia a la actitud
del Gobierno Nacional, que ya sobre el final de su mandato, continúa teniendo
al campo como su enemigo sin entender que se perjudica el desarrollo del país.
Al respecto
opinó:
Después de
12 años de gobierno K, mucha agua corrió bajo el puente. El campo, a pesar de
haber tenido buenos años en los precios de las commodities, el gobierno no supo
o no quiso entender a este sector que le ha puesto el hombro al país.
En estos
años, el aporte sumó cantidades de dinero más que trascendentes. Los cálculos
muestran valores que se hallan entre los U$S 75.000 a U$S 80.000 millones de
dólares, lo que ha permitido hacer y llevar a cabo políticas públicas que
fueran volcadas al resto de los argentinos. Sin embargo, parece que cierta
ceguera, resentimiento o mala voluntad existe contra el sector. Los momentos de
viento de cola de los precios internacionales no fueron aprovechados con la
inteligencia y claridad necesarios para lograr un mayor crecimiento del sector
y el país. Esta década nos deja como recuerdo imborrable para las generaciones
futuras los tristes números que nos sacaron de estar entre los cinco primeros
exportadores de trigo en el contexto internacional; colocarnos en décimo tercer
lugar en la exportación de carnes vacunas, habiendo estado entre los tres
primeros en otros tiempos de nuestra historia. La desaparición de más de 600
tambos y un complejo lechero actual debatiéndose en una situación de quebranto.
Economías regionales devastadas, haciendo que los pueblos rurales del país, que
son los que dependen de esta actividad, se encuentren en grave situación de
crisis.
La falta de
comprensión o entendimiento de la actividad por parte de este gobierno que
termina su ciclo en pocos meses ha logrado destruir la alegría y el empuje de
todos aquellos que se dedican a una actividad que siempre fue orgullo de
nuestras tierras, olvidándose que en forma directa o indirecta genera más del
35% de la mano de obra activa del país.
Más de 138
frigoríficos cerrados, 15000 obreros de la carne en la calle, 3 millones de
has. menos de trigo; 400.00 has. menos de maíz (campaña (2014/15) y el girasol
corriendo por el mismo andarivel.
En el
2014/15 el campo dejó de ser competitivo, provocado por una abrumadora presión
tributaria, precios en baja, costos en alza, un dólar desdibujado y nuestros
vecinos competidores que lo adecuan al sentido común y técnico para poder
exportar y estar más cómodos en la cancha.
Con el falaz
mensaje del relato, que esto es mejor para la mesa de los argentinos nos
quedamos cada vez más atrás, con una inflación dañina y sacándonos de los
mercados internacionales que son los que nos posibilitan tener un ingreso de
divisas que permitan hacer frente a las graves necesidades internas, donde
existe como ejemplo la desnutrición en todo el norte argentino.
Y para
terminar, las nuevas disposiciones que hacen que el Banco de la Nación
Argentina - banco de fomento- no otorgue créditos a quien tenga stocks de
oleaginosas o cereales sin vender, atentando abiertamente contra los derechos
Constitucionales.