
Si el
resultado de un test del virus del sida da positivo, se puede acceder al
tratamiento inmediatamente. Antes, el acceso a los cócteles de drogas contra el
virus se daba cuando las defensas del organismo se reducían a determinados
niveles. Ahora, la persona con el VIH puede empezar el tratamiento apenas sabe
el diagnóstico, un cambio que significará un mejor control de la infección y
reducir la probabilidad de transmisión a otros.
“Las personas pueden hacerse el test del VIH
gratis en los hospitales y centros de salud, y si resulta positivo, se les
ofrecerá el tratamiento
independientemente del nivel de defensas de su
organismo”, informó a Clarín Carlos Falistocco, a cargo de la Dirección de sida
y enfermedades de transmisión sexual, del Ministerio de Salud de la Nación. Hoy
se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el VIH/Sida.
En la
actualidad, se estima que hay 110.000 personas infectadas por el VIH, pero el
30% aún no lo sabe. Desde 1996, los cócteles de medicamentos antivirales
contribuyeron a reducir las complicaciones de la infección y a reducir el
riesgo de mortalidad. “Los cócteles se empezaban a dar según el resultado del
análisis de recuento de un tipo de células llamadas linfocitos CD4, que
permiten detectar cómo están las defensas del cuerpo. Cuando se detectaba que
el resultado era 500 células CD4 por milímetro cúbico, se indicaba el
tratamiento”, recordó Isabel Casetti, directora médica de Helios Salud y miembro
de la Sociedad Argentina de Infectología.
Ahora en
cambio se le ofrecerá el acceso inmediato al tratamiento. “Tenemos ahora
evidencias científicas de que el acceso al tratamiento inmediato reduce la
presencia del virus en el organismo y previene la aparición de complicaciones
en los pacientes infectados”, señaló Casetti. “A nivel comunitario, el
tratamiento temprano ayudará a reducir las transmisiones a otras personas, ya
que habrá menos carga viral por el control a través de los medicamentos”,
enfatizó Falistocco.
El cambio en
el tiempo de indicación del tratamiento (que también se hizo en Brasil, Estados
Unidos y Europa) se relaciona con una iniciativa impulsada por la Organización
Mundial de la Salud y Onusida. Se busca reducir la mortalidad por sida para el
año 2020, y para eso se fijaron las llamadas metas 90-90-90. Significa que se
adoptarán medidas para que el 90% de las personas con el VIH conozca su
diagnóstico; que el 90% de los nuevos diagnósticos ocurran en una etapa
temprana, y que el 90% de las personas que ya se tratan consigan bajar la
cantidad de virus en la sangre a valores indetectables.
En la
actualidad, el sistema público de salud de la Argentina provee de medicamentos
antirretrovirales gratuitos a 41.000 personas (70% del total de 60.000 que
reciben ese beneficio según la legislación vigente). En tanto, otras 19.000
personas son atendidas por obras sociales y empresas de medicina prepaga. Sin
embargo, no todos los que empiezan a tomar los medicamentos adhieren con
continuidad. “La adherencia de los pacientes hoy llega al 60%, –reveló Casetti–
y esto es un riesgo para la propia vida y la de los demás. Puede aumentar el
riesgo de complicaciones, que se desarrolle resistencia del virus y que
transmita el virus a otras personas. Si queremos frenar la epidemia del sida,
se necesita que más personas se hagan el test, accedan al tratamiento y lo
sigan al pie de la letra”.}
Fuente:
Clarín