Agropecuario
llenó la cancha de defensores y jugó a no jugar, algo que el dueño de casa no
pudo doblegar. Creó las mejores chances en el primer tiempo, pero la visita la
metió en la única que tuvo en el complemento. De esa manera se llevó todo el
premio.
Una medicina
conocida y que muchas veces llenó de felicidad al hincha de Rivadavia. Esta
vez, esa poción mágica de llevarse todo con muy poco fue un suplicio, un dolor
de cabeza. Con la vieja y conocida receta de Juan Carlos Pirez, Agropecuario de
Carlos Casares armó un
entreverado defensivo e hizo un culto del no jugar. Pegó
un pleno y se llevó todo. Esta vez, el fútbol le dio la espalda al equipo que
quiso ganar. Rivadavia 0, Agro 1. Y chau Copa Argentina.
En el primer
tiempo se vio lo mejor del local. Porque tuvo cuatro jugadas claritas como para
abrirlo y ganarlo. Es que la visita puso cinco defensores, cuatro volantes y
sólo un punta. Se dedicó a no jugar, a pegar en todo momento y a hacer pasar el
tiempo. Sacarle ritmo al juego, ésa fue la premisa del “Sojero” y, por
momentos, lo logró. Fue cuando el siempre flojo Alejo Cid dejó pegar mucho y no
echó ni a Zamprogna ni a Sadauskas, quienes se turnaron para bajar a Visser
sistemáticamente. Por cómo le dieron, no caben dudas que fue una táctica de
juego.
Lo cierto es
que Rivadavia tuvo sus chances y mereció la apertura, sobre todo en dos jugadas
claras que tuvo Barboza. En la primera definió largo de emboquillada; en la
segunda fue fuerte, pero alta. Dos muy claras que no entraron (hubo otras dos,
una de Tolosa y la restante de Visser) y que podrían haber cambiado el hilo del
partido.
Con el arco
en cero, la visita se aferró cada vez más a no proponer. Los jugadores hicieron
tiempo, siguieron pegando y Cid permitiendo que eso suceda. La mala noticia
para el dueño de casa fue que entró en esa, no encontró los caminos y se
embarró en la propuesta visitante. Encima, a los 21, Azcona picó tras un
rechazo de Jason, le ganó la espalda a los centrales y definió cruzado y bien.
Eficacia pura y a colgarse más del travesaño. “Agro” se solidificó en su zona,
el arquero fue correcto y Rivadavia casi no creó chances. Sólo pelotas cruzadas
que no terminaron en nada. El “Sojero” metió un pleno y se llevó todo de
Lincoln. Un premio desmedido que benefició al único equipo que jugó para ir a
los penales. El fútbol es así.
Síntesis
Rivadavia 0: Agustín Starópoli,
Emmanuel Assandri, Joaquín Colapietro, Carlos López Quintero, Lucas Macías,
Juan Tolosa, Esteban Castaño, Nicolás Rinaldi, Bruno Ferrari, Brian Visser y
Emanuel Barboza. Director técnico:
Fabio Schiavi.
Agropecuario 1: Giuliano Frabotta,
Emanuel Zamprogna, David Sadauskas, Cristian Wernly, Franco Jason, Diego Acuña,
Juan Todino, Hernán Azaguate, Ariel Reyes, Emanuel Fernández y Julián Santo. Director técnico: Pirez.
Suplentes Rivadavia: Damián Trinajstic,
Juan Citterio, Brian Campo, Emanuel Ronzano, Eric Véliz, Juan Gutiérrez y
Nahuel Velázquez.
Suplentes Agropecuario: Maximiliano
Peruscina, Agustín Rabán, Juan Espíndola, Santiago Fernández, Juan Berdun,
Gonzalo Urquijo y Gustavo Azcona.
Árbitro: Cid, de Pergamino.
Gol: ST, 21m.: Azcona (A).
Expulsados: Castaño y Rinaldi (R);
Fernández (A).
Fuente: Diario La Posta.