Se trata de Julieta Telechea, es de la localidad de Martínez de Hoz. Anduvo por Europa y, a su regreso, el Estado argentino la recluyó casi por obligación en una habitación. Sin embargo, ella le encontró valor a todo lo que está viviendo, contó la experiencia en su red social y hasta deja una enseñanza.
La pandemia
por coronavirus ha hecho escribir miles de historias de la más variada gama. La
interminable cuarentena ha sacado a relucir talentos y miserias, buenas y
malas, y en ese contexto el pueblo argentino transita, casi como puede, este
hecho histórico y sin precedentes.
En ese marco
es que surgió una
historia en particular, y es la da Julieta, una joven de
Martínez de Hoz a quien le encanta viajar y que, por esas cosas, la crisis
sanitaria mundial la encontró en el final de un viaje por Europa. Volvió, sí.
Pero el Estado argentino la confinó a la habitación de un hotel en pleno barrio
de Congreso, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para llevar adelante un
estricto aislamiento para descartar que el Covid-19 haya entrado en su
organismo y, además de dañar su salud, pueda llegar a contagiar sus seres
queridos y otros también.
Julieta no
tiene nada, se siente muy bien, y por eso se tomó el tiempo para escribir unas
líneas en Facebook. "Como es de público conocimiento estamos en Argentina.
El Gobierno, como política de Estado, puso a quienes residen en capital (los
que harán su cuarentena acá) en el hotel Ibis de Congreso", comenzó el
relato.
"Desde
un principio nos pareció medio innecesario, ya que una conocida nos había
prestado su departamento y teníamos donde estar los días del aislamiento, pero
tras escuchar la charla que nos dieron cuando llegamos entendimos que era una correcta
medida adoptada (tal vez no escogería solo a la gente de CABA sino de todo el
país, pero sabemos que CABA está separado de todas las provincias y es caso
aparte)", siguió.
De Ezeiza al hotel
"En
Ezeiza nos hicieron los respectivos controles para ver cómo estábamos, luego
nos trasladaron al hotel y acá estamos por el día 4 de aislamiento. Como es de
esperar miramos mucha tv y vemos mucha gente que vino del exterior quejándose
por las condiciones. Por ejemplo, que quieren una habitación más grande, que la
comida es escasa, que el pan esto, que el té lo otro, que el horario de las
cuatro comidas no es todos los días igual y tantas cosas más. Los escucho y se
me parte el corazón en mil pedazos porque no puedo creer que estén tan
desagradecidos por cómo nos recibió Argentina con su política para cuidarnos y
a la vez cuidar al resto de la ciudad (ya que somos un foco importante de traer
el virus de Europa) muchos pierden el foco de todo esto y se centran en estos
detalles que son innecesarios publicar en los medios", contó Julieta.
Entre cuatro paredes
En esa
línea, agregó: "Estamos ubicados en Congreso, con vista a la plaza y los
cuatro días que llevo acá, veo gente durmiendo en la calle y me cuestiono a
diario. Yo estoy comiendo cuatro comidas, ¿ellos comerán? Yo miro tv como algo
extra y ellos nada; yo tengo techo y ellos tienen una carpa. Sí, me siento
culpable por recibir tanto, pero repito, es una política de Estado y debemos
respetarla porque es por un bien".
"¡Estas
son las diferencias que debemos mirar y dejar de criticar! Estamos agradecidos
por la atención del personal del Ibis Congreso, todos predispuestos a ayudar,
están atrás de la puerta o del teléfono para ayudarte en lo que necesites, para
traerte un termo con agua o lo que uno quisiera. Ellos seguro quisieran estar
en su casa con su familia pero están acá, atendiéndonos", remarcó.
En ese
contexto, reflexionó: "Creo que Argentina está desbordada, desde el Estado
hasta la sociedad, sigo sin entender por qué anda gente en la calle, dando la
vuelta al perro, al pedo. Sin responsabilidad humana, de esta es difícil
salir".
"Quisiera
que todos sepan que estamos bien. Sí, dentro de una habitación, pero con los
bienes básicos y necesarios para vivir. Si escuchan hablar y criticar a toda
esa gente es porque mientras más les das, menos les alcanza", sintetizó.
Ya en el
final Julieta expresó que "desearía que esta publicación se comparta para
viralizar que, detrás de tantas pálidas, hay muchas cosas lindas, positivas
para destacar y agradecer".
"Me
despido con esta frase: "La unión hace la fuerza, no dejemos que este
barco se hunda" ¿Te unís para tirar todos para un mismo lado?",
concluyó.