Un total de 3,1 millón de argentinos se movilizaron por los centros turísticos y gastaron un 2,8% más que el año pasado descontando la inflación.
En lo que
fue el último fin de semana largo del año, se movilizaron alrededor de
3.100.000 personas que gastaron unos $4.700 millones, estimó un informe
distribuido por la CAME.
En total, se
movilizaron 1,1 millones de "turistas" y 2 millones de "excursionistas"
por el país, un 10,4% más que en el mismo fin de semana del 2018.
Según el
reporte, el consumo creció así 54,7% anual y 2,8% si se quita el efecto
inflación, dijeron los técnicos de la CAME. En el caso de los turistas viajaron
1.100.000, 10% más que en el mismo fin de semana largo del 2018.
Con un gasto
diario de $1.550 cada uno y una estadía media de 2,1 días, desembolsaron
$3.580,5 millones, 50,8% más que en la misma fecha de la temporada anterior.
Quitando el efecto inflación, el consumo se mantendría prácticamente sin
cambios con 0,2% superior.
Completaron
el fin de semana 2.035.000 de excursionistas, que se desplazaron de una ciudad
a otra a pasar el día. Con un dispendio promedio de $550 per cápita, se estima
que movilizaron $1.119 millones.
Al gasto
directo hay que agregarle el efecto multiplicador que se genera, en algunos
casos automáticamente, y en otros, con algún rezago.
En cuanto a
las ventas minoristas, se registró más volumen de gasto que en el 2018 porque
se trasladó más gente. De hecho, el desembolso en términos reales subió 2,8%,
pero el turista fue bastante discreto con su consumo.
Igual, según
las encuestas a comercios minoristas, las ventas se mantuvieron sin cambios
frente al año pasado, lo que es un buen indicador teniendo en cuenta la caída
que vienen registrando.
El dólar
alto favoreció el ingreso de turistas de países vecinos como Chile, Paraguay y
Brasil principalmente. Se sintió sobre todo en las localidades fronterizas y en
que menos residentes locales viajaron al exterior.