La cifra surge de los últimos datos oficiales disponibles en el país y da cuenta, además, que sólo la mitad sobrevive. Cuáles son las principales causas que llevan a que un niño nazca antes de tiempo. ¿Es posible prevenirlo?
Sin
distinción significativa por área geográfica, y muchas veces sin diferenciar
tampoco niveles socioeconómicos, nacen por año en la Argentina 7.500 niños con
un peso igual o inferior a los 1.500 gramos, lo que representa en promedio 20
bebés por día, de los cuales lamentablemente se estima que sólo vivirá uno de
cada dos. La cifra surge de los últimos datos disponibles de la Dirección de
Estadísticas e Información de Salud y Estadísticas Vitales del Ministerio de
Salud y Desarrollo Social de la Nación correspondientes al año 2015.
Para
modificar esta tendencia, los especialistas de la Sociedad Argentina de
Pediatría (SAP) destacan la importancia de prevenir la prematurez y de
regionalizar la atención perinatal, que es aquella que abarca no sólo el parto
sino el período inmediatamente anterior y posterior, incluyendo tanto a la mamá
como al recién nacido.
Si
bien en líneas generales se logró reducir la mortalidad infantil (entendida
como aquella que se produce antes del primer año de vida), todavía el nivel es
elevado, alcanzando a 9,7 niños por cada mil nacidos vivos. De ellos, tres de
cada cuatro decesos se producen en los primeros 28 días de vida; un 50% debido
a malformaciones congénitas y el 50% restante por prematurez. Desde la SAP
ponen el foco en que "la gran mayoría de las muertes por prematurez son
prevenibles".
"Hoy
se conocen las principales causas que contribuyen a que una mamá tenga un niño
prematuro, entendiendo por prematurez cuando nacen antes de las 37 semanas de
gestación y con un peso inferior a los 2.500 gramos; ellas son: tener la madre
antecedentes de prematurez en anteriores embarazos o una edad menor a 18 o
mayor a 35 años, embarazos múltiples, padecer enfermedades como obesidad,
diabetes, hipertensión o trombofilia, o patologías propias del embarazo como
las hipertensivas o la preeclampsia, entre otras", sostuvo Javier
Meritano, médico pediatra y neonatólogo, secretario del Comité de Estudios
Fetoneonatales (CEFEN) de la SAP.
En la Argentina nacen por año 7.500 niños con un peso igual o inferior a los 1.500 gramos
Una de las principales medidas recomendadas por los especialistas de la SAP consiste en universalizar el aprendizaje de técnicas de resucitación cardiopulmonar (RCP) en todo el equipo de profesionales afectado a la atención médica de la mamá y del recién nacido. Entre el personal de salud abocado a la atención perinatal de los casos de prematurez se encuentran fundamentalmente el médico obstetra, la obstétrica (partera), el neonatólogo y el personal de enfermería especializado.
La
posibilidad de sobrevida de un bebé de menos de 1500 gramos de peso y de entre
25 y 30 semanas de gestación está directamente relacionada con el nivel y la
calidad de atención médica perinatal
"Es
importante el rol del médico obstetra en el abordaje de un caso de prematurez,
ya que -por ejemplo- si sabemos que es altamente probable que una paciente
tenga un bebé prematuro, debemos fundamentalmente explicarle a ella y a su
familia que debe nacer en un lugar que cuente con asistencia adecuada para su
cuidado, administrar preventivamente corticoides prenatales para madurar los pulmones
del bebé por nacer y elegir el mejor momento y la mejor vía de nacimiento
-parto vaginal o por cesárea- de acuerdo a cada caso en particular y a los
estudios que se vayan realizando durante el control prenatal", manifestó
por su parte la médica obstetra Jessica Campos Flores, subdirectora de la
Escuela de Obstetricia de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos
Aires.
"El
problema es que son pocos los centros médicos a nivel país que cuentan con el
personal entrenado y el equipamiento necesarios para tratar niños que muchas
veces nacen con un tiempo gestacional de entre 24 y 27 semanas y con pesos que
pueden llegar a oscilar entre los 500 y 750 gramos. Estos requieren de
internaciones prolongadas en las terapias intensivas neonatales, y una vez
dados de alta, seguimiento a cargo de un equipo multidisciplinario abocado al
neurodesarrollo del niño", insistió Meritano.
Por
su parte, Pérez reflexionó que "se estima que la posibilidad de sobrevida
de un bebé de menos de 1500 gramos de peso y de entre 25 y 30 semanas de
gestación está directamente relacionada con el nivel y la calidad de atención
médica perinatal".
Existen
medidas de prevención primaria, que son aquellas que deben tomarse antes de que
se desencadene una amenaza de parto prematuro
Además
de la elevada mortalidad asociada a la prematurez, se destaca la morbilidad
(enfermedades relacionadas a la condición de prematuro), como por ejemplo
alteraciones neurológicas, déficits cognitivos y/o motores y la retinopatía del
prematuro, que representa la primera causa de ceguera infantil.
"Existen
medidas de prevención primaria, aquellas que deben tomarse antes de que se
desencadene una amenaza de parto prematuro. Estas son por ejemplo no consumir
alcohol, no fumar, mantener una alimentación saludable, adecuada ganancia de
peso, estar alerta a cualquier flujo anormal, ya que podría deberse a una
infección genital, y visitar regularmente a su médico obstetra, quien -además
de los controles de rutina- informará a la madre sobre todas aquellas pautas de
alarma que podrían estar indicando amenaza de parto y que requieren de la
consulta médica inmediata", enumeró Campos Flores.
Entre
las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para mejorar
la calidad de la atención perinatal para reducir las complicaciones del
embarazo y las muertes perinatales, se incluyen:
Si
se sabe que es altamente probable que un bebé nazca prematuro, se debe explicar
a la madre y a su familia que debe nacer en un lugar que cuente con asistencia
adecuada para su cuidado y tomar los recados necesarios
– Un
modelo de atención durante el embarazo que incluya ocho contactos con el
sistema sanitario.
– El
asesoramiento sobre los hábitos de alimentación saludables y el mantenimiento
de la actividad física durante el embarazo.
– La
administración diaria por vía oral a las embarazadas de un suplemento que
contenga entre 30 y 60 mg de hierro elemental y 400 µg (0,4 mg) de ácido fólico
para prevenir la anemia materna, la sepsis puerperal, la insuficiencia ponderal
(malnutrición) al nacer y el parto prematuro.
– La
vacunación antitetánica para todas las embarazadas, en función de su exposición
anterior a esta vacuna, para prevenir la mortalidad neonatal a causa del
tétanos.
– La
realización de una ecografía antes de las 24 semanas de gestación (ecografía
temprana) para estimar la edad gestacional, mejorar la detección de anomalías
fetales y embarazos múltiples, reducir la inducción del parto en embarazos
prolongados y mejorar la experiencia del embarazo en las mujeres.
– La
obtención de información de la embarazada sobre su consumo de alcohol y otras
sustancias (anterior y actual) lo antes posible en el embarazo y en cada visita
prenatal.