Los obispos de la provincia de Buenos Aires, entre los que se encontraba Monseñor Torrado Mosconi, se reunieron el lunes 27 con la gobernadora María Eugenia Vidal.
La gobernadora de la
provincia de Buenos Aires, licenciada María Eugenia Vidal, recibió el lunes los obispos del conurbano bonaerense y de las
diócesis del interior de la provincia, entre los que estuvo Monseñor Ariel
Torrado Mosconi.
Con una agenda abierta, se
trató de una reunión que se enmarca en un diálogo habitual y que respeta tanto
la autonomía de la Iglesia como la del Estado en sus niveles. De la misma
manera, el encuentro favoreció la cooperación para estar cerca de quienes más
sufren las consecuencias de la crisis económica, con impacto social y laboral
que afecta en especial a los más pobres y vulnerables.
Participó de la reunión la
ministra de Salud y Desarrollo Social de Nación, doctora Carolina Stanley.
Asimismo, por la gobernación de Buenos Aires estuvieron presentes Santiago
López Medrano, ministro de Desarrollo Social, y Matías Lanusse, presidente del
Instituto Provincial de Lotería y Casinos de Buenos Aires.
Al comienzo de la reunión, la gobernadora y la ministra
expresaron su decisión de extremar todos los recursos para la asistencia
alimentaria en las zonas más carenciadas de la provincia, junto con el abordaje
de la problemática de las adicciones.
La gobernadora Vidal compartió a los obispos un detallado informe sobre la actual situación de la provincia, expresando la necesidad de fortalecer el diálogo y los mecanismos de articulación en la tarea social. Los obispos expresaron su preocupación por la seguridad, haciendo especial referencia a lo sucedido en San Miguel del Monte.
Conversaron sobre la formación de las fuerzas de seguridad y la problemática de la violencia. Los obispos manifestaron que no puede ocurrir que aquellos que deben cuidar a la gente sean los mismos que los agreden, a veces con mucha violencia.
Los obispos subrayaron el valor de la dignidad de toda vida humana, resaltando las condiciones y actitudes que siempre se requieren para un diálogo fructífero y auténtico que represente una mejora en la calidad de vida de la población.
La gobernadora Vidal compartió a los obispos un detallado informe sobre la actual situación de la provincia, expresando la necesidad de fortalecer el diálogo y los mecanismos de articulación en la tarea social. Los obispos expresaron su preocupación por la seguridad, haciendo especial referencia a lo sucedido en San Miguel del Monte.
Conversaron sobre la formación de las fuerzas de seguridad y la problemática de la violencia. Los obispos manifestaron que no puede ocurrir que aquellos que deben cuidar a la gente sean los mismos que los agreden, a veces con mucha violencia.
Los obispos subrayaron el valor de la dignidad de toda vida humana, resaltando las condiciones y actitudes que siempre se requieren para un diálogo fructífero y auténtico que represente una mejora en la calidad de vida de la población.
Participaron de la reunión monseñor fray Carlos Azpiroz
Costa, arzobispo de Bahía Blanca; monseñor Carlos Malfa, obispo de Chascomús;
monseñor Eduardo García, obispo de San Justo; monseñor Ariel Torrado Mosconi,
obispo de Nueve de Julio; monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata;
monseñor Damián Nannini, obispo de San Miguel; monseñor Rubén Frassia, obispo
de Avellaneda-Lanús; monseñor Hugo Salaberry, obispo de Azul; monseñor Fernando
Maletti, obispo de Merlo-Moreno; monseñor Miguel Ángel D'Annibale, obispo de
San Martín, y su auxiliar monseñor Han Lim Moon; monseñor Nicolás Baisi, obispo
auxiliar de La Plata; monseñor Guillermo Caride, obispo auxiliar de San Isidro;
monseñor Jorge Scheing, obispo auxiliar de Mercedes-Luján; monseñor Jorge
Torres Carbonell, obispo auxiliar de Lomas de Zamora; y los vicarios generales
de las diócesis de Morón y Zárate-Campana.