(Alejo Perello – PwC
Argentina) El BCRA anunció la creación del Comité de Política
Monetaria (COPOM) presidido por su máxima autoridad, Luis Caputo. Dicho Comité
será el encargado de establecer la tasa de referencia, tasas de operaciones de
pase y de los instrumentos emitidos por la propia entidad.
Tal
es así que, buscando ejercer un mayor control de los agregados monetarios a
raíz de
la extensa lista de recomendaciones y pocas imposiciones estructurales
que sentó el FMI, también siguiendo con el plan de desarme del stock de Lebac, el
Comité decidió éste martes 07/08, mantener la tasa de referencia de política
monetaria en 40% (anual) pero tomando como tal a las Leliq (Letras de Liquidez)
a 7 días.
Hasta
enero de 2017 la tasa de referencia era la Lebac como instrumento de deuda,
luego comenzó a aplicarse como referencia la tasa del centro del corredor de
pases, la misma funcionaba a través de una REPO impuesta, esto es, una
operación de recompra de 1 a 7 días previamente acordada entre las partes, en
las que el BCRA cobraba una tasa de 43% por otorgar préstamos a las entidades
financieras mientras que pagaba una tasa del 37% por la absorción de moneda, la
diferencia entre el precio de ambas marca la tasa que funcionó como indicador.
¿Cómo
funcionan las Leliq? Éstas Letras se licitan diariamente e incluso se operan en
el mercado secundario al igual que las Lebac y pueden ser operadas solo por
bancos según las necesidades de liquidez, en los casos en que éstos tengan un
excedente de efectivo en el corto plazo, podrán volcarla en éstas Letras que
cuentan con un plazo de 7 días, pudiendo así reflejar el excedente o faltante
de pesos de las entidades bancarias. De ésta manera, el BCRA podrá ir
monitoreando los agregados monetarios a medida que los bancos se vuelquen a
ésta Letra abandonando las Lebac y disminuyendo su stock, evitando así también,
el pase a dólares, mientras que el aumento de emisión de circulante será
absorbido cómo deuda pública por parte del Tesoro. Actualmente el stock de
Lebac se ubica en $960.000 MM de los cuáles, poco más de un tercio se encuentra
en manos de entidades bancarias.
Las
Leliq fueron creadas en enero del corriente año como un instrumento similar a
las Lebac con la diferencia que mantienen un plazo de 7 días y a las que solo
tienen acceso entidades financieras mientras que el plazo mínimo de las Lebac
es de 35 días estando al alcance de cualquier inversor. Lo que se busca con las
Letras emitidas por el Central es retirar circulante del sistema, evitar el
traspaso al dólar y apostar por la moneda local.
El
efecto que conlleva mantener tasas altas en la economía es el enfriamiento de
la misma, apostando al mercado financiero sin hacerse material en el sistema de
producción, lo que permitiría alcanzar la meta de inflación estipulada por el
FMI, pero frenando la inversión, ya que el principal método de financiación de
PyMes y demás organizaciones es mediante el crédito, situación que también
impacta sobre el giro en descubierto que las propias empresas usualmente
realizan.
Por
otra parte, el Comité publicó un comunicado en el que sostuvo que, si bien la inflación
se aceleró en junio por el arrastre de la depreciación del ARS de mayo y junio
marcando un 29,5% anual, en julio se pudo apreciar una desaceleración de la
misma, aunque menor a la prevista por el BCRA.
Según
los comunicados de Política Monetaria, se estima que 2018 mantendrá los niveles
económicos de 2017 para retomar el crecimiento en 2019, año electivo, de crecimiento
por ‘default’, propulsado por la
normalización del sector agrícola como así también por el mercado financiero.
En
cuanto al déficit fiscal, punto de partida de los problemas económicos que hoy
se presentan, hubo sobrecumplimiento de metas de 0,2% del PBI con respecto a la
meta fiscal de 1,1% sin financiamiento del BCRA al Tesoro.
Sobre
la administración del dólar, se busca mantener un tipo de cambio estable para
disminuir la incertidumbre y evitar oportunas corridas, pero debe existir un
ritmo de devaluación del peso argentino que permita no perder la competitividad
cambiaria que se logró con la corrida sufrida en los últimos meses. Mientras la
inflación se mantenga en torno al 3% mensual, el peso debe sufrir la inevitable
devaluación, de no ser así, la historia del atraso cambiario se repite. El bono
norteamericano a 10 años (US10Y), indicador determinante para el mercado
externo, se encuentra a una tasa de 2,94% y pareciera indicar que continuará con
el ritmo alcista superando el 3% perjudicando el resto de las monedas
emergentes provocando así, una nueva suba del tipo de cambio respecto de la
moneda argentina.