Un
estudio realizado por el Centro de Investigaciones del Medioambiente (CIM),
manifestó la presencia de glifosato en aguas superficiales y sedimentos del río
Luján.
La
investigación buscó indicios de glifosato y de ácido aminometil fosfónico (AMPA
según sus siglas en inglés), definido técnicamente como un metabolito ambiental
exclusivo del glifosato. La detección de AMPA indica que en ese lugar hubo
rastros del herbicida.
El trabajo
presentado da cuenta del impacto que ambas sustancias tienen en el río Luján.
“Los análisis de las muestras de sedimentos indican niveles detectables de
ambos compuestos (glifosato y AMPA), principalmente en el medio y tributarios
de tramo inferior de los sectores de la cuenca bajo investigación. Las
concentraciones medias detectadas fueron 742 y 521 μg/kg, respectivamente. La mayor
concentración se detectó en el río Luján, que contiene más de 3000 μg/kg de
glifosato y 5000 μg/kg de AMPA”.
Se agrega
que “en el río Luján, donde las concentraciones respectivas de los dos
compuestos se determinaron para todos compartimentos, los niveles de glifosato
eran de tres a cuatro veces mayor en los sedimentos que en el agua completa”.
En
definitiva, se comprobó que la presencia del herbicida es detectable,
especialmente, en toda la zona gobernada por el Paraná que se extiende desde la
provincia de Santa Fe hasta la ciudad de Luján.
El trabajo
desarrollado por el Centro de Investigaciones del Medioambiente (CIM) muestra
que en la región estudiada la concentración de glifosato en los sedimentos,
unos 8 miligramos por litro, es entre dos y cuatro veces superior a la
detectada en un suelo cultivado con soja”.