El presidente de CRA hace un llamado especial a no cambiar el rumbo, a que el gobierno siga apostando al camino del crecimiento, del desarrollo, a la producción y al empleo.
El panorama
de nuevas reglas de juego que generó la administración de Cambiemos, fue tomada
como un compromiso de producción, empleo y desarrollo por parte del productor
agropecuario.
La nuevas
reglas devolvieron la libertad de comercio, permitiendo
la exportación de
carne, granos y oleaginosos, destrabaron a un sector altamente competitivo a
invertir en procesos tecnológicos, en una clara apuesta de producir más,
generar más divisas, y desarrollar el interior de una Argentina relegada.
El mensaje
de la competitividad, de integrarnos al mundo, buscar colocar nuestros productos
en forma sustentable, de la mano de un gobierno que allanaba los caminos de la
producción generó una avalancha de inversiones y procesos, algunos visibles y
otros no en el corto plazo, pero que sin duda generarán un fuerte impacto
positivo sobre la economía nacional.
Cosechas
record de trigo y de maíz, con la vuelta a un esquema de rotaciones más acordes
a la sustentabilidad de los suelos. Cosecha record de soja, sólo empañada éste
año por una intensa sequía que generó una merma de producción de más de 20
millones de toneladas.
Un aumento
sustancial del stock bovino, de la mano de una fuerte retención de vientres,
aumento de las exportaciones de carne vacuna, y el ingreso a mercados de alto
valor como China y Japón. Aumento exponencial de la producción de cerdos, con
una exportación incipiente, hecho histórico para la república Argentina.
Aumento de
las plantas de bioenergía, procesos de inversión privada en un salto cuali y
cuantitativo para mejorar la matriz energética en el marco de sustentabilidad
ambiental y de eficiencia de los procesos productivos.
Economías
regionales, en una clara lucha por la competitividad generando productos de
altísima calidad que hoy compiten en muchos casos en desigualdad de
condiciones, en las más exigentes góndolas del mundo.
El sector
trabaja silenciosamente y redobla todos los días su compromiso de inversión.
Pese a las inundaciones y sequias que golpearon duramente al corazón agrícola
el sector sembró 16,5 millones de has. de soja, quizá menos de las 20
programadas y con rindes inferiores a los esperados.
El sector
triguero tiene la expectativa de siembra más alta de la historia, soja va a
superar las 20 millones de has. sembradas, el sector ganadero va por más stock,
más peso de faena, más transparencia en la comercialización. El sector porcino
despierta como un gigante dormido y avanza a pasos firmes, generando un nuevo
polo de desarrollo y empleo.
Todo el
sector ha generado un proceso proactivo en respuesta a las señales del
gobierno. El compromiso de siempre es con el país.
Hoy ante las
dificultades y el debate ante la necesidad de reducción del déficit fiscal, es
importante que se entienda que el sector contribuye y cumple. Algunas cosas se
ven a simple vista, otras hay que aprender a mirarlas.
La visión de
subir derechos de exportación, de cambiar las reglas del juego, no sólo nos
devuelven a épocas que creímos superadas, si no que vulneran el compromiso y la
confianza, que generaron un proceso que no se debe detener.
Por lo
expuesto es que CRA hace un llamado especial a no cambiar el rumbo, a que el
gobierno siga apostando al camino del crecimiento, del desarrollo, a la
producción y al empleo.
El sector
cumple, lo ha hecho hasta hoy y lo seguirá haciendo.