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En cuanto a
la formación en particular, anunciaron que buscan promover la Diplomatura de
Catequesis del Buen Pastor en todo el territorio diocesano. La experiencia
comenzó el año pasado en Pehuajó, impulsada por el padre Alcides Valverde y culminó en mayo de este año con los
primeros diplomados. De este modo se busca cumplir con una de las indicaciones del obispo diocesano que
consiste en iniciar la enseñanza cristiana desde edades muy tempranas.
Justamente la diplomatura en Catequesis de Buen Pastor es una metodología para formar catequistas
que acompañen en sus comunidades procesos de iniciación y reiniciación
cristiana para los niños de todas las edades, siguiendo la espiritualidad y los
requerimientos en las distintas etapas de desarrollo.
A media
mañana se hizo presente Mons. Torrado Mosconi, que dirigió una palabras
orientativas acerca de cómo debe llevarse adelante la actividad catequística en
la diócesis. Su reflexión giró alrededor de tres conceptos que desarrolló y
profundizó: memoria, anuncio y comunión. Subrayando, enfáticamente, la
necesidad de llevar adelante esta tarea con esperanza, optimismo y entusiasmo.
Durante el encuentro, que se prolongó
casi hasta las 16 horas, se produjo además un enriquecedor intercambio de
experiencias.