Ganaron una medalla de plata en Alemania en la competencia Meininger Craft Beer Award, de la que participaron 28 países con 970 productos
De Saladillo
a la capital mundial de cervezas sin escala y con una medalla de plata de
regreso. Los emprendedores locales Eber Andriuolo, Martiniano Lopez, Dario
Spavento y Hugo Abaca
consiguieron con su Lindenberg 04 Brown Ale una muy buena
posición en la competencia Meininger Craft Beer Award que otorga premios desde
1903 en la ciudad alemana Neustadt an der Weinstraße.
“Esta medalla no es solo para nosotros, sino
para toda la cerveza artesanal argentina. Es un reconocimiento a todos los que
silenciosamente, día a día y en cualquier punto del país, ponen lo mejor de sí
en las ollas de cocción e impulsan con sus cervezas esta gran revolución” dijo
Andiuolo.
La cerveza
fue la única de la región latinoamericana premiada, y una de dos del continente
americano. El jurado estuvo compuesto por 91 expertos cerveceros, sommeliers de
cerveza y periodistas.
“Compitieron 28 nacionalidades con 970
cervezas aunque en su mayoría son de países de la zona con importante tradición
cervecera como Alemania, Bélgica y Austria”, dijo Andriuolo a LA NACION. Desde
la empresa Lindenberg enviaron cuatro muestras de distintas cervezas y, luego
de un viaje de casi 13 mil kilómetros, una llegó destruida por lo que no
calificó. “Otras dos tuvieron muy buena crítica. Recibimos un PDF con un
análisis sensorial y técnico y un puntaje de 81/100 y 83/100” explicó el
emprendedor.
Los socios del emprendimiento galardonado |
En la
categoría de Brown Ale que ganó la medalla de plata, el oro lo recibió una cervecería
de Francia que tiene en su haber entre 60 y 100 medallas.
Eber
Andiuolo nació en Saladillo en 1975 y a los 20 años se fue Munich, Alemania a
perfeccionar el idioma. Se quedó y trabajó en Munich por 20 años. En el 2014
volvió, con su mujer alemana, a vivir a la Argentina porque tenía ganas de
emprender un proyecto en su país con un amigo.
Con la idea
de poner una cervecería con “calidad alemana” antes de volver aprendió el
oficio realizando dos pasantías en compañías cerveceras. “Dejé el saco y la
corbata un viernes y el lunes estaba lavando barriles”, contó en diálogo
telefónico a LA NACION. Una era una fábrica chica (comparada con el standard
alemán), donde aprendió el carácter artesanal, y la otra era muy grande, donde
pudo ver los procesos técnicos automatizados.
De regreso
en la Argentina, con una inversión inicial de un millón de pesos puso en marcha
una cervecería que había estado cerrada en el medio del campo. Específicamente
se trata del pueblo Facundo Quiroga en Provincia de Buenos Aires, dentro del
partido 9 de julio. Desde ahí se produce la cerveza y el resto de la empresa
está en Saladillo, a 250 kilómetros de la fábrica.
En todo el
2014 produjeron 200 litros, “era un logro enorme para la primera venta”, dijo
el emprendedor. El año siguiente produjo en promedio 3000 litros por mes, y en
el 2016 elevó la producción a 5000 litros por mes. Hoy, si bien su consumo
depende de la estación, se realizan entre 6000 y 8000 litros mensuales y
facturan, en promedio, $300.000 mensuales.
El Regional
Digital
Fotos:
facebook lindenberg