
Rápidamente
las autoridades dieron aviso a la policía e Intervino la policía comunal y
personal de la división de explosivos.
La inspección
en el establecimiento dio resultado negativo tratándose simplemente de una
falsa alarma.
Mientras se
efectuaban las requisas los alumnos y el personal del colegio fueron
trasladados hacia la estación de trenes.
Una vez
finalizada la inspección habilitaron el colegio para que se puedan dictar las
clases normalmente,
La policía
investiga la procedencia de la llamada.