Todos aportan para que el basurero prolifere, los ciudadanos que arrojan basura, el municipio que hace lo propio y no controla. Los perjudicados, todos.
El Municipio
entrego 120 lotes de terrenos para que se construyan viviendas, unos metros más hacia el centro se encuentran dos barrios más, a escasos 100 y 200 metros de alli se encuentra el basural a cielo abierto construido en
el bajo que perteneciera a Carlos Cerda y la Municipalidad se lo comprara a muy
buen precio. La idea era hacer un relleno sanitario, ecológico, pero al parecer
no fue así. Gran parte del bajo se rellenó con bolsas, plásticos colchones,
residuos patológicos entre otras cosas, ahora la otra parte va por el mismo
camino donde la basura abunda, todos tiran y nadie controla, es más hasta han instalado
una precaria vivienda donde se ve que durante el día está habitada. Cabe
señalar que varias personas se juntan en el lugar para el cirugeo, cosa que se hacía
hace muchos años donde estaba el basural (hoy ex CEPROCC) en cercanías de la
planta cloacal de ABSA.
Sin lugar a
dudas un foco infeccioso tremendo además de contaminar las napas. En esto el
Municipio no es saludable.