
fuerte ruido pero no le prestó mayor atención, pero intuyó que algo había pasado.
Al
levantarse observó que la vivienda estaba totalmente inundada, por lo que sin
dudarlo salió al exterior solicitando ayuda en un vecino el que le manifestó
sin dudar que el rayo había caído en su casa.
Con la
primera luz del día observó que el lugar por donde ingresan los cabes de luz se
había partido lo mismo que el tanque de agua, su estructura y los caños
interiores de agua, luz y gas.
La misma
suerte habían corrido todos los artefactos eléctricos; desde el plasma hasta la
pava eléctrica, todo.
Hasta el
piso de cerámica tiene marcas de estar quemado, lo mismo que una cortina la que
debido al agua en el interior no ardió.
Tan fuerte
fue la detonación que hasta parte del cielorraso de losa del garage donde
estaba guardado el auto cayo sobre éste.

Con el
correr de las horas un arquitecto constató que la estructura no corría riesgo
de derrumbe ni había sido afectada de manera grave por lo que se iniciaron las
tareas de reconstrucción de lo afectado.
Por estos
días, contó Estela que está de manera intermitente en la casa hasta que pueda
habitarla nuevamente, mientras tanto trata de mantenerse en calma, pese a que a
medida que pasan los días se siente más angustiada pensando en lo que pudo
haber ocurrido; algo que seguramente superará, dijo confiada.
El fenómeno
climático, del que se sospecha también haya podido ser una centella, fue tan
intenso que los vecinos de los alrededores sufrieron daños en diferentes
electrodomésticos.
En el caso
de la entrevistada los bienes estaban asegurados por lo que el impacto
económico será menor, de todos modos, es una situación traumática, aseguró y
luego agradeció a todas las personas que la acompañaron en ese difícil momento.