Jornada sobre trigo en Los Toldos de la firma Tomas Hnos.
La campaña
de trigo viene con todo. Buen nivel humedad en los suelos, menos lluvia y mayor
radiación; productores que agotaron las variedades de calidad y una relación
insumo producto que anticipa una correcta nutrición para el cereal. Argentina
trabaja en su reposicionamiento a nivel mundial.
“Tuvimos una
muy buena campaña de venta de semillas. Los trigos que demanda el
productor son
de grupos de calidad I y II. Esas variedades hoy están agotadas”, resumió
Sergio Degenhardt, coordinador de insumos de Tomás Hnos.
Precisamente
esta fue una de las recomendaciones formuladas por el técnico del INTA 9 de
Julio, Luis Ventimiglia, en la jornada realizada en el Auditorio de la
Asociación Rural de General Viamonte el viernes pasado, patrocinada por Tomás
Hnos.
En la actual
coyuntura para el cultivo, eliminadas las retenciones, “los grupos que deberían
sembrar los productores para lograr calidad, son los grupo I y II. Los trigos
del grupo III no tienen la capacidad genética para ello”, recomendó el
especialista.
Es que la
relación insumo/producto cambió y el trigo aparece como un negocio saludable
para el suelo y rentable para el productor.
Relación histórica
“Esperamos
un buen año porque la relación insumo/producto tanto en fertilizantes y
herbicidas es la mejor de los últimos años. Es histórica”, apuntó Degenhardt
Ahora la
cuestión pasa por el clima, porque si bien el productor se inclinó notablemente
por los trigos de calidad, “en algunas zonas el agua está jugando una mala
pasada, demorando algunos días el inicio de la siembra de los ciclos largos. Se
está cosechando aún lotes de soja y todo lo que es barbecho viene atrasado.
Venimos notando esta situación por el ritmo de las ventas”, explicó el
coordinador de insumos de Tomás Hnos.
Pero en el
negocio agroindustrial las cosas siempre se presentan con una contracara. El
exceso de agua que existe en los suelos podría apuntalar los futuros rindes del
cereal.
“Si consideramos el agua acumulada en los
suelos y se mantienen los pronósticos de un agosto, septiembre y octubre fríos,
con predominancia de Niña (menor lluvia y mayor radiación), podemos pensar en
muy buenos rindes”, destacó Ventimiglia ante una gran cantidad de productores,
reunidos en la Asociación Rural de General Viamonte, en Los Toldos, provincia
de Buenos Aires.
Evitar pérdidas innecesarias
Pero “hay
que evitar la compactación, porque no me puedo dar el lujo de perder 1.000
kilos por hectárea”, como “tampoco puedo dejar de hacer análisis de suelo –que
no son caros-, ni dejar de lado el impacto de la fertilización con nitrógeno y
fósforo sobre la calidad. Son 2.000 kilos de diferencia por hectárea”, si se
alimenta correctamente a la planta, enfatizó Ventimiglia.
Al parecer,
la respuesta de los productores está en esa línea. “Se está vendiendo mucho
mejor fertilizantes en este momento”, puntualizó el responsable de área de
insumos de Tomás Hnos.
Cambio de foco
Finalmente,
el especialista del INTA 9 de Julio instó a los productores a un cambio de
mentalidad en cuanto a la densidad de siembra. “Empecemos a pensar de otra
manera, la semilla va a valer mucho. Les propongo un cambio de foco: Menor
densidad, atención con las enfermedades (fungicidas), mayor fertilización y
cuidado del rinde/calidad”, propuso Ventimiglia.
Fuente:
Comunicación Tomás Hnos.