Ante los
dramáticos casos de dos niños atacados por perros potencialmente peligrosos en
San Luis y en la provincia de Buenos Aires, el senador provincial Omar Foglia
recordó que presentó en el mes de mayo una iniciativa para actualizar los
montos que deben pagar los dueños de perros potencialmente peligrosos. “Quienes
incumplan con las normas de seguridad
establecidas en la ley 14.107 deberán
pagar una multa entre $ 12.000 a $
120.000 (el equivalente de 2 a 10
salarios vital y móvil)”, señaló.
La Ley 14.107
establece que estos animales deben ser inscriptos en el Registro de
Propietarios de Animales Peligrosos, en la delegación del Municipio al que
corresponde, que deben tener un chip o tatuaje, que para permanencia o
circulación en espacios públicos deben utilizar correa o cadena de menos de un
metro, collar y bozal. Así como adoptar
medidas de seguridad y prevención en el inmueble donde se aloja el can,
entre otras acciones.
Quienes
incumplan con esta ley deberán pagar la multa mencionada que estará destinada
al fortalecimiento de la delegación del Registro que exista en cada municipio.
Asimismo se
obliga a los dueños o tenedores de perros considerados potencialmente
peligrosos a contar con un seguro obligatorio de responsabilidad civil que
cubra los gastos de los daños o lesiones que puedan producir los mismos a
terceros.
“Este
proyecto apunta a reforzar la prevención que se debe tener antes que se
provoque un daño. Anticiparse a los hechos significa realizar todo lo posible
para que el evento dañoso no suceda. Por eso creemos firmemente que ante los
incumplimientos que la Ley 14.107 se debe penar con una fuerte multa para que
los dueños o tenedor de estos perros cumplan con su responsabilidad
"ciudadana" cumpliendo con dichas medidas de seguridad en salvaguarda
de la comunidad en general”, finalizó.
Entre las
razas alcanzadas por esta ley se pueden mencionar: Bull Terrier, Doberman, Dogo
Argentino, Mastín Napolitano, Pit Bull Terrier y Rottweiler, entre otros.
Es sabido
que a raíz de la creciente inseguridad las familias han comenzado ya hace
tiempo a reemplazar los perros de defensa más "tradicionales" por
otros ejemplares de mayor porte y de "reacciones violentas y rápidas ante
posibles ataques de extraños".
Los
especialistas coinciden unánimemente en que no se trata de "perros
malos" sino que son perros de naturaleza agresiva y han sido desarrollados
para otros fines que el de convivir con una familia.