El nuevo fenómeno, que trae menos luvias, comenzará a expresarse en primavera pero tendrá menos incidencia porque los suelos están muy recargados de humedad. Pronóstico hasta el verano.
La Bolsa de
Cereales de Buenos Aires emitió en nuevo informe agrometeorológico estacional
en el cual anticipa que la mayoría de los servicios meteorológicos del mundo
pronostican el año climático estará condicionado por el fenómeno La Niña, que
en la parte sur de Sudamérica se expresa con escasez de lluvias.
En las
conclusiones del trabajo elaborado por el ingeniero agrónomo Eduardo Sierra se
afirmó que "la disipación del fenómeno El Niño abrió paso al posible
desarrollo de un episodio de La Niña, que ha pasado a constituir la hipótesis
favorecida por la mayor parte de los servicios meteorológicos del mundo, a
excepción del Servicio Meteorológico Australiano".
"No
obstante, las elevadas reservas de humedad dejadas por El Niño, así como su
acción residual, mitigarán en buena medida los efectos depresores de las
lluvias que suele producir La Niña en el este del área agrícola, minimizando
sus impactos negativos".
Igual el
informe advirtió que "es probable que el centro y el sudoeste de la Región
Pampeana se vean expuestos a un moderado impacto negativo sobre los cultivos, a
la vez que la ganadería experimentará un corte de la cadena forrajera".
Contrariamente,
el NOA y el noroeste de la Región Pampeana observarán precipitaciones
superiores a lo normal, con riesgo de tormentas severas, lo cual también podría
producir algún nivel de impacto negativo.
A estos
riesgos, se adicionará la posibilidad de heladas intensas desde mediados de
otoño hasta mediados de primavera, que afectarán a la mayor parte del área
agrícola, llegando a alcanzar peligrosidad sobre su extremo norte.
"Todo
ello, hace que sea necesario elaborar una cuidadosa estrategia para hacer
frente con éxito a los desafíos que se avecinan, sacando el mayor provecho
posible de la situación y minimizando sus efectos negativos", dijo Sierra.
Antecedentes
Tal como lo
sugiere su nombre, que deriva del “Nacimiento de El Niño Jesús”, el episodio de
“El Niño 2015/2016” alcanzó su máximo durante la semana de Navidad.
Durante la
mayor parte del verano, el fenómeno se mantuvo en estado latente, pero hacia el
comienzo del otoño, retomó su actividad, en forma intensa y caótica.
Una franja
de tormentas de extrema intensidad se ubicó sobre el sur de Corrientes y el
norte de Entre Ríos, afectando a la cuenca inferior del Paraná, al interior de
Corrientes y a la cuenca inferior del Uruguay.
Gran parte
del área agrícola nacional sufrió precipitaciones muy por encima de lo normal,
que anegaron grandes superficies de campos bajos, provocando un significativo
recorte en la expectativa de producción de la cosecha gruesa.
Afortunadamente,
el inicio de las entradas de aire polar observado en los últimos días de Abril
puso fin a la intensa racha de tormentas observada durante las semanas
precedentes, dando paso a un escenario climático mucho más moderado, aunque no
totalmente exento de riesgos.
La mayor
parte de los centros de previsión climática coincide en que la campaña
2016/2017 será afectada por un episodio de “La Niña”, que será potenciada por
un avance de la corriente marina fría de Malvinas, determinando precipitaciones
inferiores a lo normal en todo el centro y el este del área agrícola, mientras
que su porción occidental experimentará valores superiores a la media.
No obstante,
las amplias reservas de humedad dejadas por “El Niño”, así como su acción
residual, a las que se sumará la presencia de un área con aguas calientes en el
Atlántico Subtropical, contribuirán a mitigar significativamente los posibles
efectos negativos de “La Niña”.
Por lo
tanto, se dará una temporada en la que convivirán los rasgos residuales de “El
Niño” con los rasgos crecientes de “La Niña”.
Otoño
Aunque El
Niño está terminando su proceso de disipación, sus efectos residuales
continuarán sintiéndose durante un tiempo considerable, mitigando y retardando
los efectos de La Niña que se encuentra comenzando su desarrollo.
La mayor
parte de Bolivia, el centro y el este del NOA, la mayor parte del Paraguay, el
sur del Brasil, la Región del Chaco, la mayor parte de la Mesopotamia, el norte
de la Región Pampeana y la mayor parte del Uruguay observarán precipitaciones
abundantes a muy abundantes, con focos de tormentas severas sobre algunas
zonas, y valores moderados sobre otras.
El norte y
el centro-norte del Brasil, el oeste de Bolivia, el oeste del NOA, la mayor
parte de Cuyo, el norte del área agrícola de Chile y el centro y el sur de la
Región Pampeana registrarán precipitaciones moderadas a escasas.
El centro y
el sur del área agrícola chilena y el extremo oeste de Cuyo incrementarán sus
precipitaciones debido al fortalecimiento de los vientos del sudoeste, que
producirán fuertes tormentas cordilleranas.
Por esta
última causa, es probable que, durante lo que resta del otoño, se registren
heladas intensas sobre el sur del área agrícola argentina, las cuales
extenderán gradualmente su acción hasta llegar al sur de Bolivia y el sur del
Paraguay.
Invierno
Durante el
invierno 2016, continuará experimentándose una buena dosis de actividad
residual de El Niño, que provocará precipitaciones superiores a lo normal en
algunas regiones, mientras que La Niña comenzará a hacer sentir sus efectos
sobre otras.
Paralelamente,
debido al avance de la estación de invierno, se notará un correlativo
fortalecimiento de los vientos del sudoeste, que producirán vigorosas tormentas
cordilleranas, y cruzarán la Cordillera de los Andes, enviando masas de aire
polar hacia las áreas agrícolas de La Argentina, el Uruguay, llegando hasta la
mayor parte de Chile, el sur de Bolivia, el sur del Paraguay y el centro del
Brasil.
Este proceso
producirá un escenario climático con notables contrastes.
Durante la
mayor parte de la estación, la acción residual de El Niño mantendrá un foco con
lluvias abundantes sobre el centro-oeste de Bolivia, el centro y el sur del
Paraguay, en el este del NOA, la Región del Chaco, la mayor parte de la
Mesopotamia, el extremo norte de la Región Pampeana, el extremo oriental de
Buenos Aires, el sur el Brasil y gran parte del Uruguay manteniendo los suelos
con abundante contenido de humedad.
Según es norma
durante el invierno, el norte y el centro del área agrícola brasileña, la mayor
parte de Bolivia, el centro y el oeste del NOA, el norte del área agrícola
chilena, y el centro y el este de Cuyo recibirán precipitaciones escasas.
El centro y
el sur del área agrícola chilena y el oeste de Cuyo incrementarán sus
precipitaciones debido al fortalecimiento de los vientos del sudoeste.
Paralelamente,
La Niña comenzará a deprimir las precipitaciones en algunas zonas de la Región
Pampeana, afectando a gran parte de Córdoba, La Pampa, el centro y el sur de
Santa Fe, el sur de la Mesopotamia y el centro y el oeste de Buenos Aires.
Es probable
que se presente un invierno con heladas intensas y frecuentes, que podrían
extender su acción hasta llegar al sur de Bolivia y el sur del Paraguay,
manteniendo este riesgo hasta mediados de la primavera.
Primavera
Durante la
primavera, La Niña irá afirmando su influencia sobre gran parte del área
agrícola, mostrando algunos signos propios, como precipitaciones tempranas en
Bolivia, el NOA, el oeste del Paraguay y el oeste de la Región del Chaco.
Contrariamente,
la mayor parte de Cuyo y el centro y el norte del área agrícola chilena, el
oeste de la Región Pampeana y el centro y el norte del área agrícola del Brasil
recibirán precipitaciones moderadas a escasas.
No obstante,
la acción residual de El Niño continuará manteniendo un foco de actividad sobre
el este de la Región del Chaco, la Mesopotamia, el sur del área agrícola
brasileña, el este del Paraguay, el este de la Región Pampeana, el Uruguay y la
Cordillera Sur observarán precipitaciones abundantes, con valores superiores a
lo normal, con focos de tormentas, por un lado, y con algunos focos de valores
menores, por otro.
Fuertes
tormentas cordilleranas producirán precipitaciones abundantes sobre el sur del
área agrícola chilena y el bosque patagónico argentino, a la vez que impulsarán
masas de aire polar hacia La Argentina.
Por esta
última causa, el riesgo de heladas se mantendrá hasta mediados de la estación,
afectando especialmente al sur del área agrícola.
Verano
Durante el
verano de 2017 se acentuarán los rasgos climáticos propios de La Niña,
observándose intensas tormentas sobre Bolivia, el NOA, el oeste de la Región
del Chaco, el oeste del Paraguay, el centro y el norte del área agrícola del
Brasil y el noroeste de la Región Pampeana.
Contrariamente,
Cuyo y el centro y el oeste de la Región Pampeana observarán precipitaciones
inferiores a lo normal.
Sin embargo,
la acción residual de El Niño mantendrá un foco de precipitaciones abundantes
sobre el este la Región del Chaco, la Mesopotamia, el sur del área agrícola
brasileña, el este del Paraguay y el norte de la Región Pampeana.
Tormentas
cordilleranas tardías provocarán precipitaciones abundantes sobre el sur del
área agrícola de Chile, a la vez que impulsarán masas de aire frío hacia La
Argentina, dando como resultado un verano con fuertes oscilaciones térmicas.
(Noticias AgroPecuarias)