El dato fue difundido esta semana y surge de relevamientos oficiales. Tomando estatales y privados, sólo completa la enseñanza media el 38% de los alumnos.
Cuando aún
resuenan los ecos por la controversia desatada en los últimos días en torno al
Plan Fines, que obligó a la gobernadora electa María Eugenia Vidal a salir a
aclarar
que no eliminará el programa, esta semana la calidad y los tiempos de
la enseñanza media volvieron a quedar bajo la lupa luego de que se conociera un
informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) según el cual
sólo el 38% de los chicos argentinos logra terminar la secundaria a tiempo.
El informe,
realizado en base a datos del propio Ministerio de Educación de la Nación, se
torna más inquietante si se analizan por separado las cifras de la educación
pública. En concreto, se precisa que entre los que asisten a escuelas privadas
el 59% la termina en tiempo. Pero entre los que concurren a las escuelas
estatales, apenas el 31% termina su cursada en los plazos que corresponden.
Si bien
aumentó la escolarización en la última década -algo para lo que la Ley de
Educación fue clave-, “no alcanzó para modificar la forma de enseñanza y romper
el núcleo duro de exclusión”
“Estos datos
muestran que la mayoría de los adolescentes tiene problemas para terminar la
educación media -señalan los hacedores del trabajo-. Prácticamente 6 de cada 10
jóvenes no termina la secundaria a tiempo. El problema es mucho más intenso
entre los alumnos de las escuelas estatales que, en general, es donde concurre
la gente de menores ingresos. En los establecimientos estatales 7 de cada 10
adolescentes se retrasan o no terminan la secundaria. Es evidente que la
principal barrera que enfrentan los adolescentes argentinos para acceder a la
educación superior es que no terminan en tiempo la secundaria”.
Consultadas
por la situación en nuestra provincia, las autoridades de Idesa aclararon que,
si bien se trata de datos nacionales, “los datos del país son muy
representativos de lo que ocurre en la provincia de Buenos Aires, donde, por
una cuestión poblacional, los promedios estadísticos son históricamente
coincidentes con los números que se tienen en el total del país”.
Con todo,
encontrar cifras o voces oficiales en la Provincia que expliquen estos datos no
resulta sencillo. Pese a los intentos de este diario por obtener alguna una
declaración ante el informe de Idesa, desde la cartera educativa bonaerense se
prefirió mantener silencio.
Sin solución
Los datos
difundidos por Idesa entran en sintonía con los brindados no hace mucho por la
Unesco, según los cuales el secundario concentra el mayor porcentaje de
abandono educativo de la población argentina. Pese a que ese nivel es
obligatorio desde 2006, cuando se sancionó la Ley de Educación, la deserción es
un problema aún sin solución en el país y, según las últimas cifras, la tasa de
abandono interanual llega al 15,8%.
Claro que,
hay que decir, en los últimos diez años la matrícula del nivel medio creció un
12,6%, lo que significa que se sumaron 428.618 alumnos nuevos. Sin embargo,
queda claro, que ingresen más chicos no significó que hayan permanecido en los
colegios.
Esta cifra
surge del informe de la Unesco Global Education Digest, de 2010, en el que se
afirma que la Argentina es uno de los países de la región con más baja tasa de
graduación en el secundario: sólo un 43% de los estudiantes secundarios de
nuestro país, de acuerdo a este organismo internacional, culmina sus estudios
en los plazos establecidos. Y sólo un 50% del total de estudiantes secundarios
accede a ese título.
El país se
ubica así detrás de Perú y de Chile, con un 70% de alumnos que completan sus
estudios secundarios; de Colombia (64%); de Bolivia, (57%); de Paraguay (50%),
y de Ecuador (48%).
“Se promete
gratuidad y eximición de exigencias académicas para acceder a la universidad
cuando una enorme proporción de jóvenes, especialmente los más pobres, tiene el
acceso vedado por la mala calidad de la educación básica -sostienen en Idesa-.
Apenas el 12% de los egresados de la educación superior integran los hogares
pobres, mientras que más de la mitad se ubican en los tres deciles de mayores
niveles de ingreso que, en su mayoría, egresaron de escuelas de gestión
privada”.
En cuanto a
la repitencia, concretamente, uno de cada 10 estudiantes secundarios repite el
año. Las mayores dificultades, según quienes analizan esta problemática, están
en el primer y segundo año, donde la repitencia trepa hasta el 15%. A medida
que avanza la escolaridad, la cantidad de alumnos que repiten desciende: el
promedio de los últimos tres años ronda el 6,7%. Según el último dato oficial
disponible, la repitencia en secundaria es del 11,81%. Diez años antes era el
8,31%. Este leve incremento se dio en paralelo con un aumento de la matrícula
del nivel medio, que creció un 14,2% entre 2003 y 2013, según el último informe
del Centro de Estudios de la Educación Argentina, de la Universidad de
Belgrano. A todo esto, claro, cabe decir que la repetición en el colegio
secundario no solo demora las trayectorias escolares de los adolescentes sino
que, en muchos casos, se convierte en el paso previo a la deserción, como queda
a la vista uno de los problemas más críticos de la secundaria en el país.