Aniversario 125 años de la Escuela Nº 1

Aunque  parezca  una frase de  Les Luthiers, yo les digo  que mi relación  con la escuela número 1  comenzó mucho antes de  mi nacimiento, pues en los primeros años de la escuela mi padre,  Luis Hernández ,en su juventud  trabajó como  portero.
A los 6 años  ingrese  a primero inferior haciendo los primeros palotes….y pasaron los años, la escuela cambio su edificación,  yo me casé  y volví a la escuela a acompañar  a mis hijas, transcurrió el tiempo y ahora regreso tratando  de descifrar los
misterios de las nuevas tecnologías. Al comenzar el curso me asomé al patio como un niño, al mismo patio que  jugaba  con mis compañeritos, ahora un poco diferente, y con emoción  vi que en el mástil  ondeaba una  bandera  Argentina , como en aquellos tiempos , y un poco más abajo me  saludaba otra bandera con palomitas blancas …, como puedo explicarles con palabras lo que sintió mi corazón al pensar en aquel chico ¿cómo se iba a imaginar que un dibujo, una creación de él, muchos años después  iba a representar los valores de Carlos Casares en el mundo.?
 

A Mi Escuela


Recorro  largo corredor embaldosado Cubierto con techos de chapa  labrada,
Allí  sus canaletas   bajan hasta el patio de tierra derramando gotas  de colores formando charquitos  que ya no reflejan el cantero con flores que hacen ronda   al mástil donde  ondea inquieta la   bandera.
No escucho los pasos almidonados de la directora ni veo la silueta del portero que viene de la sala de mapas con un rollo de países bajo el brazo.
¿Dónde estarán las canastas de mimbre con gallinitas de azúcar y confites de los carameleros, el gordo y el flaco Que nos esperaban en los recreos Al lado del portón…
Tengo  en el bolsillo del pantalón cortito Unas  figuritas  repetidas
¿Quién me las  quiere cambiar por bolitas  nuevas de vidrio con ojitos  de cristal?.
Veo algunos bancos  silenciosos, vacíos de secos tinteros…y lápices caídos.
A qué cielos   lejanos fueron a jugar estos  queridos compañeros
Escucho el llamado vibrante de la campana, que hace volar las palomas blancas Como vuelan las ilusiones y los recuerdos
Dejando una estela brillante en el azul del cielo,  de mi escuela, bendita escuela.
¡¡ Quiero que eternamente así  sea!!
Por Luis Hernández