Aunque parezca
una frase de Les Luthiers, yo les
digo que mi relación con la escuela número 1 comenzó mucho antes de mi nacimiento, pues en los primeros años de
la escuela mi padre, Luis Hernández ,en
su juventud trabajó como portero.
A los 6 años ingrese
a primero inferior haciendo los primeros palotes….y pasaron los años, la
escuela cambio su edificación, yo me
casé y volví a la escuela a
acompañar a mis hijas, transcurrió el
tiempo y ahora regreso tratando de
descifrar los
misterios de las nuevas tecnologías. Al comenzar el curso me
asomé al patio como un niño, al mismo patio que
jugaba con mis compañeritos,
ahora un poco diferente, y con emoción
vi que en el mástil ondeaba
una bandera Argentina , como en aquellos tiempos , y un
poco más abajo me saludaba otra bandera
con palomitas blancas …, como puedo explicarles con palabras lo que sintió mi
corazón al pensar en aquel chico ¿cómo se iba a imaginar que un dibujo, una
creación de él, muchos años después iba
a representar los valores de Carlos Casares en el mundo.?
A Mi Escuela
Recorro largo corredor embaldosado Cubierto con
techos de chapa labrada,
Allí sus canaletas bajan hasta el patio de tierra derramando
gotas de colores formando charquitos que ya no reflejan el cantero con flores que
hacen ronda al mástil donde ondea inquieta la bandera.
No escucho
los pasos almidonados de la directora ni veo la silueta del portero que viene
de la sala de mapas con un rollo de países bajo el brazo.
¿Dónde
estarán las canastas de mimbre con gallinitas de azúcar y confites de los
carameleros, el gordo y el flaco Que nos esperaban en los recreos Al lado del
portón…
Tengo en el bolsillo del pantalón cortito Unas figuritas
repetidas
¿Quién me las quiere cambiar por bolitas nuevas de vidrio con ojitos de cristal?.
Veo algunos
bancos silenciosos, vacíos de secos
tinteros…y lápices caídos.
A qué
cielos lejanos fueron a jugar
estos queridos compañeros
Escucho el
llamado vibrante de la campana, que hace volar las palomas blancas Como vuelan
las ilusiones y los recuerdos
Dejando una
estela brillante en el azul del cielo,
de mi escuela, bendita escuela.
¡¡ Quiero
que eternamente así sea!!
Por
Luis Hernández