Un
fenómeno que se repitió durante toda la historia argentina.
La provincia
de Buenos Aires tiene el 11% del territorio del país y el 40% de su población.
Y encierra una "maldición" política para quienes la hayan gobernado:
nunca un gobernador llegó a ser presidente a través de los votos.
Es ahora
Daniel Scioli, quien luego de ocho años gobernando
la provincia, quien sufre en
carne propia la maldición que muchos años atrás frustró las ilusiones
presidenciales de Dardo Rocha, Marcelino Ugarte, Manuel Fresco, Mercante, Oscar
Alende, Antonio Cafiero, Eduardo Duhalde, entre otros.
Pese a las
profundas diferencias que los distanciaron durante sus respectivos gobiernos,
Daniel Scioli fue el elegido por Cristina Fernández de Kirchner para sucederla.
No tuvo que afrontar interna en el Frente Para la Victoria en las PASO, y ganó
la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Pero perdió en el balotaje
ante Mauricio Macri.
Así, volvió
a escribirse un nuevo capítulo de esta "maldición histórica": ningún
ex gobernador de la provincia fue electo como presidente por el voto popular.
Duhalde, a través del Congreso
Eduardo
Duhalde fue presidente de la Argentina entre 2002 y 2003 luego de haber gobernado
la provincia entre 1991 y 1999, pero no llegó a través de elecciones sino por
elección del Congreso Nacional de acuerdo con lo previsto por la ley de
acefalía. (Clarin)