Poco después
de las 16 Hs. se produjo un segundo accidente de tránsito en nuestra ciudad, y
una vez más tuvo como protagonista del mismo, a la dupla perfecta en este tipo
de siniestros, una moto y una camioneta.
El hecho se
produjo en la intersección de las calles Monseñor D´ Andrea y Lavalle cuando un
ciclomotor 50 cc, que tiraba un carrito con herramientas de parquización de
jardines (motoguadaña, bordeadora, etc.) , conducida por Héctor Porcel,
colisiona con una camioneta Chevrolet S10,
tripulada por Carlos Almada, dejando
el saldo de una persona fracturada.
De acuerdo a
lo que nos informara uno de los protagonistas del siniestro, la moto que
circulaba por Monseñor D´ Andrea, al ver la camioneta que circulaba por
Lavalle, intenta esquivar a la misma doblando hacia Lavalle y si bien la S10,
se abre para evitar el choque también, termina rosando con la parte del
guardabarros delantero derecho al ciclomotor, haciendo que el motociclista
cayera pesadamente contra el pavimento.
Como
consecuencia del impacto Porcel debió ser trasladado al Hospital ya que presentaba
una herida cortante en la zona frontal y mucho dolor en una de sus piernas, la
cual a prima facie presentaría una fractura en un dedo del pie (aún no se conoce
el informe oficial y podría tener alguna lesión más).
O que
resulta llamativo y también inexplicable, que los vehículos involucrados
permanecieran obstaculizando el normal tránsito por la Lavalle, hasta las 19
Hs. porque en Casares no hay peritos y os que tenían que venir de Pehuajó, no sabían
bien a qué hora podían hacerlo.
Está bien
que en el caso de un hecho fatal se aguarden los peritos científicos y demás
especialistas, pero para un accidente vial, que si bien tuvo a una persona con
heridas, fue atendida en el nosocomio local, tarden más de cuatro horas para
poder mover los rodados.
¿Qué pasó
con los peritos que había en nuestro medio que no se los ve más haciendo su
trabajo?