El gobierno bonaerense dispuso el ascenso de 14.760 efectivos de la Policía, medida que comenzará a regir desde este mes y tendrá un impacto salarial variable según el grado que ocupe cada agente en el escalafón.
De acuerdo a lo indicado en
la cartera que conduce el ministro Alejandro Granados, los agentes que serán
promovidos
cumplieron tres condiciones básicas: tiempo mínimo de permanencia en
el grado, desempeño sin sanciones disciplinarias y, fundamentalmente, no haber
solicitado carpetas médicas.
Este último ítem fue tomado
particularmente en consideración por los funcionarios de Seguridad y los
uniformados que intervinieron en la definición de los ascensos. Las carpetas
médicas por razones de psiquiatría, se admite oficialmente, constituyen una de
los problemas recurrentes que afronta la fuerza policial.
En Seguridad informaron que
la mayoría de los agentes ascendidos “cumple funciones en la calle, en tareas
vinculadas a la prevención del delito”. Fuentes del área que conduce Granados
también dijeron que habrá una segunda etapa de promociones que se aplicará
sobre quienes están en los peldaños más altos del escalafón.
Los ascensos eran una
medida largamente esperada por los uniformados, quienes aguardaban, como era
tradicional, que se produjeran a partir del 1º de enero. En esta ocasión, la
medida se postergó para abril.