La familia investigada por apropiarse de una pieza arqueológica millonaria se defiende: "Es una fábula"

Se sospecha que se quedaron con un capitel etrusco de dos mil años de antigüedad. Se realizaron excavaciones, allanamientos y pericias para dar con el tesoro. (Recordemos que fue intensamente buscada en la estancia Mi Querencia en la localidad de Bellocq)

Un escandaloso divorcio disparó la investigación sobre la
supuesta existencia de una pieza arqueológica de valor incalculable: un capitel de la cultura etrusca de dos mil años de antigüedad. Se hallaron pistas firmes y el caso incluso motivó un reclamo formal de Italia.
Los Cortes están en la mira de la Justicia. Son una pareja extranjera que reside en Argentina, uno de cuyos hijos es el principal sospechoso de apropiarse de ese tesoro.
Paola Kasianoff estuvo casada con Jean Michel Cortés. Pero la relación entró en una crisis que terminó con el divorcio en 2009. Fue en ese momento, en que ella visitó la sede de Interpol en Argentina y arrojó la primera piedra: que Los Cortes tenían en su poder una pieza arqueológica que se dispone en el extremo superior de una columna, que sería oriundo del área de Vulci, Italia. Dijo que fue su suegro quien lo compró en Bolivia a tan sólo tres mil pesos y que ahora vale millones de dólares.
La investigación que incluyó excavaciones en la estancia "Mi Querencia", que la familia tienen en Carlos Casares. Hubo además allanamientos en otras propiedades, y múltiples declaraciones.
Ahora el anticuario Nicolas Cortes y su pareja, Eunice Regioli, se presentaron ante el juez Sebastián Ramos y el fiscal Federico Delgado para prestar declaración indagatoria. Tal como lo hizo el hijo meses antes y al igual que empleados de la familia, negaron la existencia de la pieza.
"Es una fábula creada" por Kasianoff, que "ha permitido que esta investigación siga en pie", dijo la pareja al presentar un escrito en el juzgado. El capitel es una historia "mendaz" de ella, que "se aventuró a impulsar una acción peal sobre hechos inexistentes", acusaron.
Por escrito, el matrimonio se quejó de "perjuicios" que dicen haber sufrido. Objetaron los allanamientos, las intervenciones telefónicas y el secuestro de computadoras, así como la "persecución" de las fuerzas de seguridad. También lo hicieron de las noticias que generó el caso y que los tiene como protagonistas.
"¿De dónde surge que tengo en mi poder una pieza arqueológica?, ¿cómo puede sostenerse que la piedra mencionada en la denuncia es una pieza original de valor histórico? ¿De qué forma se ha probado que ese supuesto capitel efectivamente perteneció al patrimonio cultural de Italia o de cualquier otro país?", cuestionaron en el escrito.
Cortés y Regioli se negaron a contestar preguntas y pidieron el sobreseimiento. Por ahora la investigación sigue en pie, a partir de las pistas que hubo de la pieza: una foto del capitel encontrada en un lugar oculto durante un allanamiento en una vivienda de los Cortes; el 
testimonio de un fletero que la transportó por orden de la familia; y el hallazgo de candelabros gigantes de bronce sobre la cual se supone estaba posada.
Cuando termine la feria judicial, el juez Ramos resolverá si les cree a los Corte y en consecuencia hacer lugar al pedido de sobreseimiento, o sigue para delante con la investigación y la búsqueda del capitel.
Paralelamente, Italia reclama la repatriación de la pieza al considerar que es un bien cultural de patrimonio público, y amparándose en una convención de la UNESCO.

Por: Sergio Farella sfarella@infobae.com