La Fábrica
de Arias, como comúnmente se la conoce, volvería abrir sus puertas en poco
tiempo, ya que sus dueños, la empresa Brasilera BRF (ex Perdigao SA), logro su cuenta a un grupo
que incursionaría en el rubro lechero.
La operación
de venta estaría cerrada, aunque algunos allegados a la empresa, señalaron que
en un 80 por ciento se concretó la operación.
Es un grupo inversor de Capital
Federal que no está relacionado a la lechería y esta es la posibilidad de iniciarse
en el rubro. Tres directivos de la empresa compradora estuvieron en Casares la
semana pasada y fueron a recorrer las instalaciones.
Actualmente estarían
trabajando en todo lo que es seguridad en la fábrica, instalación eléctrica y
puesta en condiciones óptimas el sistema de cañerías y tinas de la misma.
Consultamos sobre si luego de tanto tiempo de estar parada la fábrica, tardarían
algún tiempo en hacerla funcionar a lo que respondieron que ellas instalaciones
están en condiciones de empezar a producir en un lapso muy corto.
Cabe señalar
que hace casi un año que cerró sus puertas y quedaron 26 personas sin trabajo.
Ahora habrá que ver que tienen pensado hacer con la fábrica y si algunas dela
personas que trabajan allí vuelvan
ocupar sus lugares.
Recordemos
que por parte de la empresa, previo a su
cierre en mayo del año 2014 intentaron
negociar la venta de la planta de Arias a diversos interesados, pero si bien
había algunos posibles compradores, se hablaba de La Serenísima, Vidal y una
empresa de Rio IV, había un factor común que les hacía caer la venta. Según se
supo, ese factor común seria el personal con mucha antigüedad (van de 4 a 35
años) y nadie quería absorber ese dineral.
A casi un
año del cierre, se empieza a ver la luz al final del túnel, porque al abrir la fábrica,
se abren también puesto de trabajo.
En mayo de 2014 publicábamos en nuestra página
Década ganada: Cerró la fábrica de
lácteos de Arias
Fue
en la mañana de hoy jueves y quedaron 26 personas, de hasta 35 años de
antigüedad sin empleo, en una época donde abundan bellos relatos, pero falta
trabajo. Primero fue Moreno que no dejaba salir los quesos, ahora nuevamente
las exportaciones, un mercado interno deficitario y compradores que quieren la
fábrica pero sin personal. Una historia que hace revivir lo de La Media Luna.
En las
primeras horas de la mañana de hoy jueves 22, miembros del sindicato ATILRA se
comunicaron con el personal de la fábrica indicándoles que desde el área de
Recursos Humanos se habían contactado para anunciarles que se cerraba la
fábrica y que estaban ya hechas en las liquidaciones. Cerca de las 10:30, esos
miembros del sector de recurso Humanos de la firma BRF (ex Perdigao SA), dueños
de la empresa les dieron las malas nuevas.
“Señores la
fábrica cierra y se los va a indemnizar a cada uno como corresponde”. Nada
mejor para definir esta situación que parafrasear a García Marquez, “Crónica de
una muerte anunciada”.
Durante el
transcurso de la mañana fueron llamados de a uno los empleados y les
notificaron su cesantía y les indicaron que iban a recibir una carta documento
donde les explicaban sus situación laboral. Además les informaron lo que iban a
percibir cada uno por sus años de trabajo.
Moreno y los quesos
Hace unos
años, debido a que el secretario de Comercio Guillermo Moreno impedía la
exportación de quesos, la empresa por un lapso de casi dos años vio como sus
estanterías de los depósitos estaban colmadas de mercaderías, y que nada se
vendía y los empleados se preguntaban que iba a suceder con ellos. El contexto
era otro, el país era otro y la empresa pudo “bancar” el gasto que generaba
tener empleados y no vender”. El conflicto se destrabo y de a poco la situación
se normalizó… pero no por mucho tiempo.
La empresa,
no más de un años atrás, adquirió acciones de otras empresas productoras de
alimentos a modo de ganar el mercado interno ya que nuevamente, de a poco las
exportaciones comenzaban a cerrarse, y la historia se repetía. Esta situación
de acuerdo a lo que pudimos averiguar lleva unos 7 a 9 meses y los resultados
en el mercado interno no fue el esperado. Se supo que las ventas les
disminuyeron entre un 30 a un 35 por ciento y las proyecciones marcaban una
tendencia en caída.
Primero la leche, ahora el despido
Debido a
esta situación, la empresa, a partir del 1º de marzo le dio el aviso a los
productores proveedores de leche, que iban a suspender las compras hasta nuevo
aviso y de hecho lo hicieron. El personal culmino en el tiempo estipulado con
las tareas referidas al fraccionado, limpieza y empaque de quesos duros, que es
lo que allí se producían y luego le fueron designadas tareas que nada tenían
que ver con la elaboración láctea. Cortaban el pasto, hacían las funciones de
serenos, todo ello aguardando que la realidad cambiara. Pero para esa misma
fecha a varios empleados, con mucha antigüedad o con problemas de salud le
ofrecieron el retiro voluntario, pero, como el arreglo no les resultaba bueno
desistieron de la oferta y permanecieron en el trabajo.
Junto a
esto, empezaron a circular rumores de que la fábrica cerraba. Si bien los
encargados de la firma, en lo local, señalaban que no había nada al respecto,
solo fue cuestión de días para que ello ocurriera.
Fabrica en venta
Al parecer
una posible solución para que se pueda vender la fábrica era esta, cesantear al
personal, que los actuales dueños carguen con los costos de las indemnizaciones
y después restablecer las negociaciones.
En este
sentido el sindicato habría solicitado que en el caso de que se venda, los
futuros dueños absorban la mano de obra calificada que quedo cesante a lo que
le habrían indicado que estaban de acuerdo. Pero todos sabemos que dueño nuevo
no siempre cumple.
Lo último que se supo es que la empresa Vidal había comprado
unos 10 Kg. De quesos duros en esta semana y que el 10 de julio, después de
muchos meses saldría un embarque de quesos hacia Brasil.