En las tierras del ministro del Interior y Transporte, sus alfiles decidieron erogar más de 30 millones de pesos para arreglar veredas y una plaza. La empresa no cumple y el Municipio sigue beneficiándola
En marzo de
este año Florencio Randazzo decidió repetir una vieja receta en el municipio de
Chivilcoy e hizo que el entonces intendente, Aníbal Pitelli, abandonara el
Ejecutivo (pidió licencia) para llevárselo al Ministerio del Interior y
Transporte, como jefe de Gabinete.
Antes de
pegar el portazo, Pitelli llamó a licitación, a la cual sólo se presentó un
oferente: la empresa “Tala Construcciones S.A.”. El 30 de septiembre de 2013, a
través del decreto N° 1648, el gobierno municipal le adjudicó las obras para la
remodelación de la plaza 25 de Mayo.
En enero de
este año, cuando se firmó el contrato, en el primer punto del documento entre
la empresa y el propio Pitelli, al que accedió La Tecla, se resaltó que “el
contratista se compromete a realizar la obra con los siguientes puntos:
‘Contratación de mano de obra, equipos y materiales para la remodelación’” de
dicha plaza.
El costo del
trabajo era de 5. 458. 666,37 pesos. En febrero, ya cuando estaba todo en
marcha, el Municipio firmó un convenio con el Gobierno nacional, a través del
Ministerio de Planificación de la Nación, el cual asistió a la comuna
chivilcoyana con 4.799.620,33 pesos, es decir, 659.000 pesos menos que el costo
final, y que debe desembolsar el Municipio.
En el punto
8 del contrato entre la empresa y el gobierno comunal se deja en claro que el
valor ya acordado es “precio único, total y definitivo, no sujeto a actualización
alguna, ni incremento, ni variación de costos por ninguna circunstancia”.
A pesar de
esto, la llegada del intendente interino, Darío Speranza, parece haber hecho
cambiar los planes del contrato y permitirle a Tala Construcciones, de la cual
figura como apoderado Carlos Alberto Talarico, no cumplir con lo acordado. El 9
de octubre el oficialismo decidió aprobar en el Concejo una ordenanza para que
el Ejecutivo llame a licitación para adquirir 5.000 metros de baldosas, que
tenía que comprar la mencionada empresa.
La oposición
se opuso a este punto aduciendo que el contrato firmado no establecía que el
Municipio se haga cargo de los materiales.
Integrantes
del cuerpo deliberativo parados en la vereda de enfrente al randazzismo
aseguraron a este medio que dicha licitación se daría por alrededor de 700.000
pesos, y que en los próximos meses podría haber dos llamados similares más.
Fabio
Britos, edil de Unión Celeste y Blanco, denunció que empleados del Municipio
llevaron adelante tareas en dicho lugar que debería hacer la empresa que cobrará
más de 5 millones de pesos para arreglar una de las plazas de la ciudad.
El edil
indicó a este medio que “vimos desde un primer momento personal municipal
trabajando en la plaza, observamos camiones municipales, y principalmente en la
primera etapa, cuando los empleados removieron y trasladaron los escombros”.
Desde el
radicalismo también salieron con los tapones de puntas y denunciaron
irregularidades. En la sesión en la que se aprobó la compra de las baldosas, la
edil Lourdes Zaccardi enfatizó: “No sabemos qué incluye la obra, porque las
baldosas no las incluye, los bancos parece que tampoco; entonces, pregunto:
¿Incluyen solamente el diseño y un poco de cemento esos más de 4 millones?”.
Más millones para veredas
Tala
Construcciones S.A. es una vieja conocida del emporio randazzista. Es que en
2012 la empresa ganó la licitación para renovar las veredas de 32 cuadras de
avenidas céntricas: Villarino, Ceballos, Soárez y Sarmiento.
En aquel
momento, y con el nombre “Avenidas accesibles”, el Municipio se dispuso a
desembolsar $ 26.864.116, en tres años. La justificación del alcalde ante
semejante gasto fue que dicha iniciativa “pondrá en valor el centro de la
ciudad y revalorizará las propiedades”. Reconoció que en el centro “hay veredas
que se encuentran en estado de abandono casi intransitables”, y remarcó que,
además, “hoy las esquinas no son accesibles”.
A los
sectores opositores les parecen excesivas las cifras que todavía se están
utilizando, ya que esos casi 30 millones de pesos salen de las arcas
municipales. Si se tiene en cuenta el Presupuesto que posee el Ejecutivo, en
esta obra se fue más del 6% del mismo de todo un año.
Pero si se
divide el monto total por la cantidad de cuadras de ambas manos que serán
reacondicionadas, los números llaman poderosamente la atención: por cuadra
refaccionada, la administración randazzista se dispuso a erogar 839.503 pesos.
Ante la
consulta de La Tecla, desde el municipio chivilcoyense prefirieron no brindar
detalles con relación a los gastos en veredas. (La Tecla)