Ruben Magrotti junto al Papa Francisco |
Durante 40 minutos fueron recibidos por el Papa Francisco y Rubén Magrotti, fue uno de los integrantes de la delegación de la SEDRONAR que se entrevistó con el Sumo pontífice.
Rubén, está
casado con Alicia (ex monja), ambos abandonaron sus hábitos para unirse en
matrimonio para constituir su familia, que hoy se completa con tres hijos, Donatto
, Luna y Amadeo, pero nunca dejaron su vocación y amor de ayudar al prójimo.
Desde hace
ya varios años, luego de trabajar en distintos lugares del país, se radicaron
en Salta, donde trabaja actualmente en la SEDRONAR (Secretaría de Programación para la
Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico) y la semana
pasada regreso de Haití donde estaba trabajando ayuda humanitaria junto a otros
argentinos, ya que el país, luego del terremoto quedó aún más desbastado y
sumergido en la miseria que antes.
Su retorno
se debió a este viaje a Roma, ya que para él era un sueño que se trasformó en
realidad,
Rubén, más allá
de la agenda estipulada del encuentro con Francisco, llevo cartas que la
gente y
chicos de una escuela le enviaban al Papa, al igual que fotos de nenes y otras
personas con problemas de salud para que sean bendecidas por el Sumo Pontífice.
De acuerdo a
lo que nos contaron amigos que Rubén conserva en nuestra ciudad, este quedó
sumamente feliz, no solo por haber podido cumplir sus sueño, sino por la
calidez y amor de Francisco, a quien le entrego un presente, no de mucho valor,
quizás en lo económico, pero si desde lo afectivo. Les manifestó además que es
una persona que irradia una paz, una tranquilidad y fuerzas increíble.
La delegación
de fue encabezada por Juan Carlos Molina, (sacerdote con dispensa para ejercer
ese cargo), titular de la SEDRONAR, quien lo hizo acompañado de un grupo de jóvenes argentinos que se
recupera de las adicciones, e integrantes de su equipo de trabajo.
En la reunión
trataron temas como "violencia institucional" y “criminalización del
adicto”, sobre lo que el Sumo Pontífice advierte que hay que "tener
cuidado" al hablar de "legalización".
Dialogaron
durante unos 40 minutos con el Santo Padre tras la audiencia general de los
miércoles en Plaza San Pedro. "La postura del Papa es no perseguir a los
pibes, no criminalizarlos, y tener cuidado cuando hablamos de legalización, que
no hace bien" enfatizo el funcionario.