T. Lauquen: Trasladan presos del conurbano al interior

La situación retrotrae a lo sucedido en 2009 cuando llegó a haber en los calabozos de la
 Comisaría 1ª más de 20 reclusos del Gran Buenos Aires, algunos de alta peligrosidad. El 20 de marzo de ese año, el entonces intendente Jorge Barracchia movilizó a la población y a sus propios empleados para gestar una manifestación frente a la Comisaría exigiendo al Ministerio de Seguridad que no mandaran más presos y que se llevaran a los que estaban.
La protesta causó cierto grado de revulsión en el Ministerio de Seguridad y hubo cambios en las autoridades de la Comisaría, pese a que la manifestación había sido gestada en otro ámbito.


Otra experiencia


Un año más tarde, en los calabozos de Trenque Lauquen había otros presos, también del Conurbano. A fines de enero de 2010 protagonizaron un motín que incluyó un principio de incendio que demandó la presencia de los bomberos. El pabellón de calabozos sufrió graves daños y una parte quedó inhabilitada. Ha habido muchos pedidos, muchos oficios elevados al Ministerio de Seguridad para que se proceda a reparar los daños. No había habido respuesta con lo que la capacidad para albergar detenidos se ha achicado considerablemente.

Los derechos 

Toda esta movida de traslado de presos habla por sí sola de un colapso en las comisarías del Conurbano. Y de las demoras por parte de la Justicia en agilizar cusas o derivar las unidades carcelarias.
Trasladar a un preso a 500 kms de su lugar de origen, dificultando así al máximo el contacto con sus familiares, parece una política contradictoria a la de los Derechos Humanos. Además no los mandan a una cárcel con posibilidades de aprender un oficio o estudiar, sino a un recinto estrecho donde se despiden de la luz del sol.
Estos presos trasladados en los últimos días habrían viajado en condiciones aceptables. Pero vale la pena recordar aquel preso que trasladaban -junto con otros que fueron distribuyendo por el camino- .desde Avellaneda a Coronel Dorrego. El viaje duró 24 horas en una jornada muy calurosa del mes de enero, cuando llegaron a destino, ese preso de apellido Chaparro, estaba muerto por asfixia.

Hasta donde sabemos a los policías que iban en el camión celular los echaron de la fuerza, fue la única medida. Fuente: La Opinión