(Por Carlos Arbía) El ministro de Economía analiza la
posibilidad de aumentar las tasas que se cobran a la exportación del producto
para reducir las del trigo, el maíz y el girasol. Esta tarde,
La posibilidad de aumentar las retenciones o los derechos de
exportación a la soja (que hoy están en el 35%) y bajar las de otros productos
como el trigo, el maíz o el girasol (que promedian el 20%) es una de las
alternativas que se analizan bajo la órbita del ministro de Economía, Axel
Kicillof, para intentar desojizar la cosecha agrícola y aumentar la producción
de otros cultivos.
Los datos que le fueron entregados por el Ministerio de
Agricultura indican que la superficie cosechada de soja era de 12,4 millones de
hectáreas en 2002/03, frente a 6 millones de hectáreas de trigo. En la campaña
2011/12, la soja pasó a 17,6 millones, contra las 4,5 millones ocupadas por el
trigo. Es decir que por cada hectárea cosechada de trigo había dos de soja en
2002/3 y ahora esa relación subió a cuatro hectáreas de la oleaginosa por cada
una de trigo. Por ese motivo, es probable que los funcionarios de Kicillof
intenten en el futuro cambiar esa relación. En particular si los hombres del
campo deciden volver a las protestas.
En ese sentido hay que destacar la llegada de Javier
Rodríguez al Ministerio de Agricultura. Se trata de un militante de La Cámpora y ex integrante
del Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (Cenda) que fundó Kicillof
en el 2006. Experto en temas agropecuarios, en noviembre fue nombrado
secretario de Emergencia Agropecuaria. Es el tercero en la línea jerárquica
detrás del ministro Carlos Casamiquela y maneja la caja más importante de la
cartera de Agricultura, estimada en unos 700 millones de pesos anuales.
Antes de asumir ese puesto, Rodríguez era uno de los
subsecretarios de Kicillof en el Ministerio de Economía. Este funcionario –
recibido de Licenciado en Economía por la Universidad de Buenos
Aires y con un Doctorado en Economía – tiene una visión exageradamente crítica
del proceso de sojización que se inició en los 90. Ese hecho ha generado desde
su asunción mucho temor en los empresarios del sector, así como también en
algunos dirigentes políticos. Entre ellos se encuentra el líder del Frente
Renovador, Sergio Massa, quien pide una reducción de las retenciones para los
exportadores agropecuarios.
En sus libros Los señores de la soja y Consecuencias
económicas de la soja transgénica, Rodríguez describe las desventajas del
proceso de sojización en la pampa húmeda. En ambos cuestiona a empresas como
Monsanto que consiguieron las licencias
de comercialización de las semillas que se pueden modificar genéticamente. Su
evaluación es que en los últimos años "se estableció un verdadero
monopolio" y advierte que la soja "sustituyó a una gran cantidad de
productos agrícolas, con la grave consecuencia de reducir las áreas dedicadas a
producciones de la pampa húmeda entre las que se encuentran el sorgo, el maíz y
el girasol".
Rodríguez es además crítico del rol que cumplen las empresas
cerealeras a la hora de liquidar los dólares de la cosecha. Hay que destacar
que con los actuales valores del dólar oficial, los exportadores reciben un
dólar efectivo de unos 4,40 pesos, una vez que le son descontadas las
retenciones. En el mercado paralelo, en cambio, el dólar se paga a unos 11,50
pesos, situación que plantea una seria distorsión en el mercado agropecuario
que paga sus insumos al dólar libre.
La intención de los hombres que responden a Kicillof sería
incentivar a los productores a que cosechen más trigo, maíz y girasol
reduciendo la rentabilidad de la soja a partir de una suba de las retenciones o
derechos de exportación. El problema del Gobierno es que los derechos de
exportación vienen en franca caída. El Presupuesto de 2013 proyectaba una suba
del 24%, pero la sorpresa es que hubo una caída del 9,5 por ciento. Por eso
tendrá que hacer malabares para llegar a recaudar por ese concepto unos $88.500
millones como figura en el Presupuesto 2014, una cifra difícil de lograr en un
contexto de una probable baja de precios de los commodities en el mundo si se
toma en cuenta que en el 2013 se recaudaron 55.475 millones de pesos. Hay que
destacar que el 80% de estas retenciones provienen de la soja y los derivados
de la misma. Por ese motivo el aumento de las retenciones al producto es una
alternativa que considera no sólo para desojizar la economía, sino también para
aumentar los ingresos del Estado.
Rodríguez es crítico de los cambios en los marcos normativos
que regulaban el funcionamiento del sector y tuvieron un cambio drástico
durante la convertibilidad. Eso generó en su opinión una nueva desregulación en
el mercado: "El funcionamiento del sector agropecuario ha favorecido a
empresas grandes en detrimento del pequeño productor". En particular, tuvo
especial incidencia el megadecreto 2284 de 1991 que dispuso una desregulación
general de los mercados de productos agropecuarios y agroindustriales, al
tiempo que eliminó entidades reguladoras tales como la Junta Nacional de
Granos, la Junta
Nacional de Carnes y la Dirección Nacional
del Azúcar, entre otras. Este decreto también eliminó en forma generalizada los
sistemas de cuotas de producción o de precios-sostén para la actividad
agropecuaria.
En sus textos, el funcionario describe que el proceso de
sojización argentino afectó además a otros cultivos y destaca que por ese
motivo se sustituyeron producciones como el algodón y el arroz en zonas como el
Chaco. Además, el economista manifiesta que "se produjo un espectacular
avance de las empresas privadas sobre el sector agroindustrial y se ha
desplazando al Estado de esas actividades". A su vez comenta que "la
innovación en un producto puede encarecer el precio de los otros productos, y
ello puede afectar negativamente al conjunto de la población". Según su
pensamiento "el aporte de tanta tecnología al campo es uno de los
culpables del proceso de sojización que se viene dando desde los 90 con el
esquema neoliberal". Además opina
que "la mayor rentabilidad de la soja estuvo facilitada por la
incorporación de las semillas transgénicas de soja, que permitieron reducir los
costos de tal producción que aceleró el
proceso de sojización".
El ministro Kicillof mencionó el lunes pasado, cuando
anunció la cuestionada apertura para exportar 500.000 toneladas de trigo, que "los problemas
al interior del campo tienen que ver con una rentabilidad altísima de la
soja". "No es que al trigo le vaya mal y haya que subsidiarlo. Es que
compite con un cultivo como la soja que cuenta con una rentabilidad
extraordinaria y estamos dispuestos a dar el debate y discutir las cosas con
seriedad", apuntó. El debate que plantea el ministro tiene que ver con el
proceso de sojización que se produjo de los 90 y que Kicillof junto a sus
técnicos quieren modificar en su gestión.