Reiteradas tragedias hacen resurgir el debate sobre el mal estado de las rutas

El fuerte deterioro del asfalto y la ausencia de señalización siguen siendo causales de los numerosos choques fatales que se producen en las carreteras que atraviesan Junín y los distritos vecinos más cercanos a nuestra ciudad. No hay obras programadas a corto plazo.
Reiteradas tragedias hacen resurgir el debate sobre el mal estado de las rutas El arreglo de la avenida de Circunvalación parece una utopía por estos días. 


El mal estado de las rutas vuelve a ser eje de un reclamo generalizado en diferentes localidades del interior bonaerense, atravesadas por carreteras nacionales y provinciales en situaciones deplorables.
La desatención y la falta de mantenimiento han provocado un deterioro en la mayoría de las rutas, donde en algunos casos el estado de la cinta asfáltica es realmente crítico y los resultados denotan la urgente necesidad de reparación.
Baches pronunciados, falta de señalización y ausencia de mantenimiento de las banquinas son las principales situaciones de riesgo que se presentan y que a menudo generan accidentes de tránsito, en muchos casos fatales. Sólo basta con tomar como referencia el período transcurrido entre el 1 de enero y ayer para verificar que las rutas nacionales 7 y 188 y las provinciales 45, 50 y 65 ya se cobraron más de veinte vidas.
Sin embargo, mientras los casos se repiten con una frecuencia en extremo estrecha y la sociedad hace sentir su conmoción a través de reclamos, marchas y toda clase de manifestaciones, no aparecen soluciones de fondo para erradicar tanto daño mortal.
Se pide mucho, no se ejecuta nada
Los municipios se declaran impotentes para avanzar sobre la cuestión, dada la imposibilidad de afrontar con recursos propios (por más que sumen sus respectivos presupuestos) el arreglo de cientos de kilómetros de pavimento en mal estado.
Así las cosas, su función se limita a gestionar las obras ante los gobiernos nacional o provincial y rogar que –de acuerdo con la disponibilidad de recursos del poder central o de la simpatía política que exista entre la parte demandante y la proveedora de los fondos- les llegue la asistencia deseada. 
De todos modos, en el último tiempo se han acumulado numerosas peticiones de esa índole y la proporción de trabajos ejecutados ha sido de ínfima tirando a nula.
En esa misma posición se ven los legisladores que representan a los partidos involucrados en el drama de la inseguridad vial.
“Desde la Legislatura, lo máximo que se puede hacer es un proyecto de declaración pidiéndole al gobernador que gestione ante el Ejecutivo de la Nación una obra para una ruta nacional, y lo propio para una ruta provincial, pero en ese caso pidiéndole informes sobre el proyecto de refacción de una calzada que estaba previsto y que no se llevó a cabo. Los reclamos en ese sentido son cosa de todos los días en ambas cámaras, presentados por legisladores de todos los colores políticos, pero los recursos para esta materia vienen siendo bastante escasos y a la hora de reasignar partidas, las primeras áreas que sufren recortes son las relacionadas con la infraestructura”, explicó Malena Baro, senadora provincial del Frente Renovador.
Baro señaló que más allá del estado caótico de las rutas, ante el ahogo financiero y las obligaciones monetarias que deben afrontar, las autoridades entienden que “esa problemática puede esperar”.
La legisladora dijo que la inversión que se destina a Vialidad va a parar en los hechos al pago de sueldos y cuestiones administrativas. “Si nos fijamos en lo que se produce desde esa oficina en lo referente a trabajos, es nada”, añadió.
Pese a ser eslabones del gobierno de turno, los exponentes del Frente para la Victoria tampoco en la Legislatura manifiestan la misma incertidumbre que sus pares de otras bancadas sobre el futuro que le depara a los senderos pavimentados del noroeste bonaerense… (Democracia de Junin)