-El aumento del 10 % en las retenciones, pasando del 30 al 33 % fue
tomado en el peor de los escenarios; sequia instalada, baja de precios
internacionales, negociación de la deuda del país, dejando a muchos productores
sin rentabilidad y en algunos casos no recuperando lo invertido para encarar la
próxima campaña.
- Si bien anunciaron un plan
de compensaciones, éstas no fueron volcadas
en el Boletín Oficial ni en las medidas administrativas de Afip; con el
agravante que en los antecedentes cercanos quedaron muchas compensaciones sin
cancelar por 700 millones de pesos.
-Se habla de aporte solidario, pero siempre buscando en el mismo bolsillo,
bajando jubilaciones, salarios. Y, ¿El ajuste de los gastos de la política,
para cuándo?
-¿Porqué al sector más eficiente se lo castiga? No será que se necesita
un supuesto adversario, para ser señalado en el futuro como el responsable del
fracaso de la actual falta de políticas económicas.
- Con el aumento de las retenciones bajará el nivel tecnológico de la
próxima campaña y la inversión en equipos, fertilizantes y semillas de punta.
- Si el productor es esquilmado con impuestos, la plata de la renta de la
producción se va de nuestras ciudades y de todo el interior productivo, al
Gobierno Nacional.
- Todos nuestros países vecinos Uruguay, Brasil, Paraguay, no tienen
retenciones agropecuarias y por eso sus producciones no paran de crecer. En
Argentina desde el año 2002 el sector lleva aportado 170.000 millones de
dólares hasta la fecha, y sin embargo lo que creció es el porcentaje de pobres,
llegando a un 40 % obsceno.
Firman: Sociedad Rural de 9 de Julio, CONINAGRO Filial 9 de Julio, SRA
Delegación 9 de Julio