Torchio en el año 2017 había recibido del Gobierno de Vidal más de 35 millones de pesos, cifra muy por encima de lo que hoy le toca, permitiendole hacer varias obras de importancia. A partir de un acuerdo político que se negoció para aprobar la Ley de Emergencia volvió al ruedo el Fondo de Infraestructura Municipal (FIM). Este año es de $2.000 millones, cuatro veces menor que el obtenido en 2017.
Migajas, solo migajas
El municipio
de Carlos Casares en el año 2017 recibió del gobierno Provincial de Vidal 35.687.311 pesos, que fueron utilizados
para las obras de: Desagüe pluvial en calle Güemes (Red “S”). Red de desagües cloaca-les
(barrios S.O. y N.O.), Estabilizado de 15 calles en Smith y Bellocq. Acceso
tránsito pesado en Casares y al parque municipal San Esteban (tránsito
liviano). Mejoramiento de plaza San Martín, a pesar de que desde el ejecutivo
local se señalaba que no habían recibido dinero.
En esta ocasión
el monto que recibiría Carlos Casares, teniendo en cuenta que desde el 2017 a
la fecha se registró más del 100 por ciento de inflación y una devaluación similar,
el gobierno de su mismo color político le otorgara 9.898.000 de pesos,
realmente una migaja que le permitirá a la comuna realizar algunas obras, como podría
ser las piletas o la que decidan, pero no muchas, al menos con este dinero.
Un acuerdo con gusto a poco
Como todos
los años, el gobierno de la Provincia publicó el Coeficiente Unico de
Distribución (CUD), que sirve para determinar cómo se reparte la
coparticipación provincial. Además, el índice se utiliza para calcular el
porcentaje que le corresponde a cada comuna en concepto del Fondo de
Infraestructura Municipal, en este caso, de unos escasos 2.000 millones de
pesos.
El mismo
está destinado a obras de infraestructura y surgió a partir de un acuerdo
político que apareció sobre el final de la discusión de la ley de Emergencia, a
fines del año pasado. Claramente, como se dijo, el monto es muy bajo;
precisamente, cuatro veces menor que el de hace tres años, sin tener en cuenta
la inflación.
Los
intendentes, tanto oficialistas como opositores, lo saben perfectamente. Por
eso es que esperan que en el Presupuesto 2020, las famosas planillas anexas
“estén repletas de obras y de ceros”. Pero ese será otro áspero capítulo de la
discusión económico-financiera.
Como el
cálculo se realiza a través del CUD (mide una serie de variables, entre las que
figuran población, territorio, efectores de la salud y prestación de servicios
educativos municipales) hay diferencias sumamente notorias en la distribución
de los montos. Por ejemplo: La Matanza recibirá más de 147 millones de pesos,
de los 2.000 M que se reparten; mientras que Tordillo sólo podrá disponer de
$1.389.200, cien veces menos que la administración matancera.
Por
supuesto, para el más populoso de los distritos, que cuenta para este año con
un Presupuesto de 15.495 millones de pesos, es una cifra prácticamente
insignificante. Lo propio le sucede a Tordillo, obviamente, que con ese millón
300 mil pesos apenas si le alcanza para un par de cuadras de cordón cuneta.
De dónde surgen los 2.000 millones
Durante la
ardua negociación por la declaración de la ley de Emergencia en la Provincia,
el oficialismo debió realizar concesiones y la oposición logró que se incluyera
una modificación en el artículo 27 de la ley N° 15.165. La misma estableció la
creación de un Fondo Municipal para Convenios de Infraestructura (FIM),
destinado a financiar total o parcialmente obras municipales de infraestructura
por dos mil millones de pesos.
El monto
debe ser repartido de acuerdo al Coeficiente Unico de Distribución (CUD), y la
cartera de Infraestructura es la encargada de implementar dicho fondo.
Fuentes: La Tecla y propias.